Muy Señores míos me dirijo a ustedes para expresar abiertamente un hecho, a mi entender, digno de ser conocido por cuantos foráneos habitantes de estas islas, no llegan a conocerlas como se merecen. Hoy he comprado en una tienda de la cadena Spar cercana a mi domicilio de Las Palmas; ante la cajera me di cuenta de que no llevaba la tarjeta bancaria e intenté retirarme, momento en que el hombre que esperaba detrás, se ofreció a abonar mi factura.
Mi primera reacción fue agradecer el gesto y negarme, ya que nunca había supuesto que esto podía pasar, así con un desconocido, que, además por su indumentaria es posible que esté trabajando en alguna construcción de la zona. Insistió con frases amabilísimas, que me hicieron creerle: “no se preocupe señora. Otro día me puede pasar a mí”... Y salí emocionada, pensando en hacer público este momento, por lo infrecuente y por lo humano.
Para que se sepa qué personas se cruzan con nosotros en este territorio que tanto nos ofrece a cambio de nada. Soy peninsular y valoro el bienestar que ustedes provocan, y que se produce a medida que les voy conociendo, isla a isla. Su flora y fauna, su literatura, historia, música o gastronomía, además del trato hacen de esta persona que escribe, un sujeto agradecido.
Si consideran apropiado, ruego hagan públicas en su medio estas líneas.
Atentamente Cristina Martínez Gago
PD. Quiero comentar que regresé a la tienda con el importe, tal como le dije al protagonista del feliz acontecimiento.