El Gobierno central ha pactado únicamente con los sindicatos UGT y Comisiones Obreras un acuerdo para aumentar las cotizaciones a la Seguridad Social a partir del año próximo, de forma que se puedan garantizar las pensiones futuras. El denominado 'mecanismo de equidad intergeneracional' prevé una aportación de 0,6 puntos por la vía de las cotizaciones al fondo de reserva, a partir de 2023 y hasta 2032. Con esta subida, se pretende hacer frente al incremento del gasto en pensiones y evitar futuras tensiones del sistema con la llegada de los 'baby boomers' -los ciudadanos nacidos entre 1957 y 1977- a la edad de jubilación.
Para engordar la hucha de las pensiones el acuerdo fija que de los 0,6 puntos que subirán las cuotas, las empresas tendrán que asumir 0,5 puntos, mientras que los trabajadores tan sólo cubrirán el 0,1 punto restante. El ministro Escrivá, artífice del pacto, defiende que la subida de cotizaciones pactada con los sindicatos es "extraordinariamente moderada", del orden de unos 10 euros más al mes para una pensión media.
Para el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, "todo el mundo tiene que entender que el Estado de Bienestar hay que pagarlo", insistiendo en que "lo que hace el Gobierno es defender el interés general" aplicando fórmulas similares a las de otros países de nuestro entorno.
La CEOE se ha descolgado del acuerdo afirmando que el mecanismo pactado con los sindicatos no sólo hace recaer el mayor peso del coste en las empresas, sino que resulta insuficiente para alcanzar los objetivos futuros y tendrá efectos en la creación de empleo desde el primer momento de su aplicación.
La falta de consenso entre Gobierno y todos los agentes sociales debilita el acuerdo alcanzado con los sindicatos. Es una mala noticia que las patronales no estén en un acuerdo que satisfaga a todos. Las pensiones presentes y futuras deben asegurarse con plenas garantías. Son mayoría los expertos -de uno y otro signo político- que consideran que la mejor forma de asegurarlas es fomentar el empleo y, por consiguiente, aumentar el volumen total de cotizaciones, sin necesidad de incrementar las cuotas.
La fórmula elegida, sin embargo, puede frenar la reducción del paro en un momento en el que está en juego la salida de la crisis y las cifras de desempleo alcanzan cuotas muy preocupantes: 3,2 millones de parados en toda España, especialmente jóvenes.