SOCIEDAD

Amín Egea presenta en Las Palmas de Gran Canaria su última obra, 'Un Clamor por la Paz'

Martes 19 de octubre de 2021
El historiador compartirá con las personas asistentes detalles de este trabajo de investigación sobre los viajes que Ábdu’l-Bahá realizó a Occidente entre 1911 y 1913

El centro bahá’í de Las Palmas de Gran Canaria (situado en la calle Pérez del Toro, 81, 1º) acogerá este jueves, a las 20.00 horas, la presentación del libro Un Clamor por la Paz, una obra escrita por Amin Egea, que ha estudiado de manera minuciosa los viajes que ‘Abdu’l-Bahá emprendió a Occidente entre 1911 y 1913.

Amin Egea es doctor en historia por la Universidad Autónoma de Barcelona y centró su tesis doctoral sobre el impacto que tuvo en Occidente la figura de ‘Abdu’l-Bahá durante su viaje desde Palestina a Europa y Norteamérica. Un Clamor por la Paz es una adaptación de su tesis doctoral en la que compara el mensaje de Abdu’l-Bahá con los discursos preponderantes de la época.

‘Abdu’l-Bahá fue invitado a conferenciar para multitud de organizaciones, universidades e iglesias, foros desde los que defendió la igualdad de género y el sufragio universal, proclamó la armonía entre la ciencia y la religión, levantó su voz contra el racismo y el nacionalismo, clamó sin paliativos a favor de la paz como único medio posible para el progreso humano y llamó a las religiones a unirse y trabajar por la concordia.

Este año se conmemora el centenario de su fallecimiento y las comunidades bahá’ís de las islas se unen al resto del planeta para rendir tributo a quien fue el hijo mayor del fundador de la Fe bahá’í, Bahá’u’lláh. Al igual que su padre, ‘Abdu’l-Bahá sufrió más de 40 años de destierro y encarcelamiento, hasta que en 1908 la Revolución de los Jóvenes Turcos liberó a todos los prisioneros políticos e incluso religiosos del Imperio Otomano. Como resultado, 'Abdu'l-Bahá fue repentinamente libre para salir de Palestina y se involucró de una manera más directa en la difusión de las enseñanzas bahá’ís en Occidente.

El funeral celebrado el 29 de noviembre de 1921 probablemente no tuvo igual en la historia de Palestina. Más de 10.000 personas, incluidos dignatarios de las comunidades musulmana, católica, ortodoxa griega, judía y drusa, así como el Alto Comisionado británico y los gobernadores de Jerusalén y Fenicia, componían el cortejo. Era evidente que, cualesquiera que fueran las vicisitudes que la nueva religión todavía podría verse obligada a sufrir en varias partes del mundo, 'Abdu'l-Bahá había logrado establecer una base impresionante de reconocimiento gubernamental y estima pública.

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