OPINION

El otoño de tu vida

Beatriz Vilas | Jueves 07 de octubre de 2021

Ha llegado el otoño, y el calor del verano comienza a desaparecer y los días empiezan a ser más cortos y tristes. La luz baja en nuestra amada isla, las calles ya no están abarrotadas de turistas, y la vida de la isla comienza a ser más rutinaria.

Nuestra vida es igual que las estaciones del año. Cuando llegas a la edad media de tu vida, te vas aproximando al otoño de tu existencia. Comienzas a sentir nostalgia de los años pasados, de la juventud, de las alegrías pasadas, y comenzamos a sentir la pérdida del tiempo ya pasado y a pensar que cada día es uno menos y se acerca más nuestro último día.

El otoño de nuestra vida debería de ser una estación formidable, donde cada uno de nosotros nos encontráramos felices por el camino recorrido y donde tener la capacidad de aprender de las frustraciones pasadas y de las ilusiones perdidas. Tiene que ser la estación donde encontremos la serenidad y la calma para transitar nuestra mejor etapa.

Esa estación que nos ayuda a retomar lo positivo del pasado y dejar la melancolía para aquellos momentos que necesitemos llorarnos a nosotros mismos, para coger fuerza para confrontar los tiempos venideros.

El otoño de nuestra vida debería de ser un tiempo de ilusión, de celebración por poder anticiparnos a lo que nos vendrá, porque utilizaremos lo aprendido para salir a flote.

Pero la realidad es que, a la mayoría de las personas, les resulta una losa difícil de llevar y, en lugar de convertirse en esa estación donde encontrar la calma, les llena de tristeza, ira y depresión.

Vivimos una vida sin sentido, dejando de vivir el momento actual para adentrarnos en una incertidumbre completa llena de estrés y angustia. ¿Es qué tal vez no hemos aprendido nada de nuestro pasado? ¿Estamos tan ciegos que solo vemos lo negativo de nuestras vidas?

¡Deja de proyectarte en un futuro incierto, sumido en la melancolía de cualquier tiempo pasado, porque ese no volverá y el futuro, posiblemente, tampoco será como pensaste que sería!

Lo único cierto es el momento presente, y, si ya estás en el otoño de tu vida, mira atrás con los ojos bien altos y no repitas los errores del pasado, sino que aprende a utilizarlos para salir airoso de los avatares que te deparará el futuro.

De ti depende llegar al umbral de tu vida en calma y con serenidad; no depende de nadie más. Comprométete contigo mismo, porque sin ti, querido amigo, nada será posible.

Tu futuro depende de ti, ahora y siempre, y no de los políticos, la economía, tu jefe, tu marido o tu amante.

¡Sal ahí fuera y decide devorar cada instante de vida! Descubre cuál es tu sendero de vida y decide vivir como si fuera el último suspiro de vida.

Sin ti nada será posible, porque solo te tienes a ti y cuentas contigo mismo para poder cambiar tu futuro.


Noticias relacionadas