Aunque a estas alturas del año parece que las cosas mejoran, es cierto que, al escuchar las noticias, parece que el otoño todavía no plantea muchas posibilidades de éxito.
Todavía son bastantes las empresas que siguen en ERTE y muchos trabajadores se sienten perdidos, sin saber muy bien cómo dirigir sus vidas.
Es importante que no creamos todo lo que nos cuentan en la prensa; ni tan siquiera, querido lector, deberías de creer lo que yo ahora mismo te cuento.
¡No creas todo lo que te cuentan! Compruébalo, estúdialo y mira si es cierto o no que tu mundo puede cambiar. Sabemos que la realidad siempre está sesgada por los ojos que la ven y que es medida con el mismo rasero que vemos la vida.
También, desde hace unos años, hemos aprendido sobre la plasticidad del cerebro, y sabemos que las personas podemos transformar nuestra vida en relación a esa realidad que vemos. Pues bien, querido lector, esto nos lleva a darnos cuenta de que tú puedes cambiar dicha realidad y comenzar a ver la vida no como crees que la ves, sino como tú quieres que sea.
Si en tus creencias limitantes piensas que la vida es dura, que hay que trabajar muy duro para salir hacia delante, y que de lo contrario no llegará el éxito a tu vida, eso será lo que te sucederá.
Esas creencias que tienes se crearon en tu infancia y vienen aprendidas desde las raíces de tus ancestros. Es por ello que a las personas nos cuesta tanto cambiar. No obstante, los neurocientíficos hace ya algunas décadas que nos vienen enseñando que esto se puede modificar y que nosotros podemos cambiar y crear nuestra propia realidad.
Ahora bien, cuando alguien me dice que no cree en estas cosas ya ha sentenciado que esto no ocurrirá, y si piensas que no puedes crear tu futuro, así será; la profecía estará cumplida y tú, sentenciado.
Pero, ¿y si no fuera así? ¿Y si pudieras cambiar tu vida? ¿Y si la realidad fuera otra?
Creemos que no podemos hacer nada para cambiar nuestro futuro, pero eso es mentira. Todos los días vemos casos que nos hacen ver que se puede. Lo que ocurre es que pesa mucho más lo contrario, lo negativo, y la falta de confianza en uno mismo.
Pero, sobre todo, lo que pesa es el poco compromiso que tenemos para con nosotros mismos y para con la vida. Tiramos la toalla antes de empezar, nos dejamos vencer por lo fácil, por las metas cortas, y a las carreras de obstáculos no las queremos ni ver.
Pero cada día vemos casos de personas impedidas que cumplieron grandes hazañas, personas con pocas posibilidades de superación que consiguieron ser alguien en la vida, y casos de éxitos personales y profesionales. A mí me gusta pensar que tú, mi lector, eres uno de estos, de los que no se rinden y de los que luchan por seguir cada día triunfando en la vida.
¿Quieres apostar algo a que es así?
La vida está hecha de personas como tú que supieron superarse cada día y crear la mejor versión de ellos mismos. ¿Te atreves a intentarlo?