OPINION

El saqueo eléctrico

Marc González | Miércoles 08 de septiembre de 2021

Que el precio del kw/h en España responde a los intereses indecorosos del puñado de empresas que se reparten el pastel es una evidencia, por más que políticos y comercializadoras se esfuercen en mantener la tesis de que “es muy complicado” bajar los precios, como si dependiera de un omnímodo poder extraterrestre. Que la competencia real es inexistente, también resulta obvio.

Cuando a una situación de oligopolio se le aplican las reglas del libre mercado acaba sucediendo lo que nos pasa a los consumidores españoles, que soportamos una imposición de precios totalitaria, supuesta y falsamente fundada en la libertad de empresa.

González y Aznar, es decir, PP y PSOE, son corresponsables de haber desmontado un sector público fuerte que, por ejemplo, actuaba como garantía última para los ciudadanos de que los beneficios de las eléctricas no pudieran boicotear la recuperación económica, como está sucediendo en muchas pequeñas y medianas empresas españolas.

Bajo el pretexto de que la UE nos obligaba a hacerlo -mentira-, el Estado privatizó ENDESA, mientras Francia, Italia, Holanda o Suecia mantenían sus energéticas públicas. De hecho, paradójicamente, ENDESA fue adquirida por la empresa italiana ENEL, de propiedad estatal, en el colmo del disparate y la mala gestión.

Y todo ello, para que los políticos tuvieran asegurados sus asientos en consejos de administración que les proporcionarían de por vida unos ingresos indecentes, muy por encima de los que les habían reportado sus cargos públicos.

Los españoles estamos siendo saqueados impunemente porque nuestros gobernantes, primero, nos engañaron, y ahora son absolutamente incapaces de revertir la situación, algo que está en su mano. Pero, ni Unidas Podemos ni el PSOE hacen absolutamente nada efectivo para ello, salvo ganar tiempo para que el personal se acostumbre a esos precios, para después aplicar algún mínimo retoque cosmético que venderán como solidaria medida social. Y, lo harán, lógicamente lo más cerca de las próximas elecciones que puedan.

Mientras tanto, pagamos el kw/h al doble del precio que sería razonable, en tanto el gobierno tiene la desfachatez de seguir apellidándose “del pueblo”.


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