OPINION

Las nuevas oficinas

Carlos López | Martes 10 de agosto de 2021

Recientemente una de las mayores empresas de consultoría internacional con más de 10.000 empleados acaba de anunciar que en su filial de Reino Unido permitirá la flexibilidad total de los empleados en su decisión de dónde, cuándo y cómo trabajar. Esta decisión de tipo indefinida, no temporal, permite a sus empleados configurar su jornada laboral de una forma totalmente personalizada entre su casa y las oficinas de la empresa o incluso desde la playa si así lo decide el empleado. La razón principal es que durante la crisis y el confinamiento la consultora ha podido comprobar la eficiencia del teletrabajo y en mi opinión el compromiso y responsabilidad de sus empleados dado que han demostrado que no necesitan ir a la oficina para cumplir con sus obligaciones. Es evidente que en las grandes ciudades los desplazamientos diarios del personal son ineficientes y también con los atascos una forma estresante y poco adecuada de empezar el día, aunque creo que eliminar esta fuente de improductividad no es la principal ventaja del teletrabajo.

En cualquier caso, me ha llamado la atención esta noticia por ser una consultora de este tamaño la que haya apostado por la versión más flexible del teletrabajo. En este sentido las multinacionales están tomando decisiones muy dispares como por ejemplo el caso de dos bancos de inversión en EEUU que se han mostrado totalmente en contra de trabajar fuera de las oficinas. En el caso de las empresas tecnológicas también encontramos diferentes decisiones corporativas si bien en la mayoría de los casos aceptan un mínimo de la mitad de la jornada laboral en formato teletrabajo.

Es evidente que con la pandemia muchas cosas han cambiado y la forma de trabajar y cómo las empresas lo están gestionando es uno de los cambios más relevantes. Por un lado, tiene una repercusión en reposicionamiento de las principales ciudades mundiales como centros de trabajo dado que la demanda de superficie de oficina comercial ha disminuido afectando al negocio inmobiliario y de inversión. También podría afectar al turismo desde el momento en que muchos trabajadores tienen la flexibilidad de trabajar desde donde quieran y por tanto visitar otras ciudades durante todo el año.

Otra de las consecuencias que me interesan es el nuevo papel que las oficinas van a jugar en las empresas y la configuración de los espacios que necesitan ser diferentes, ahora la empresa deberá crear un entorno atractivo y sobre todo útil para el empleado. En mi opinión será necesario el diseño y creación de nuevos espacios de trabajo, como por ejemplo salas de trabajo colectivo donde los equipos deberán contar con herramientas y mobiliario que les permitan compartir y colaborar de una forma más personal, una nueva área recreativa como por ejemplo una cocina completa y comedor desde el cual fomentar la cohesión entre los empleados fomentando y generando momentos de desconexión que sabemos ayudan a aflorar la creatividad. Otro tipo de espacio que visualizo y que es muy necesario serán las áreas individuales que consigan garantizar que no se producirán distracciones donde los empleados podrán alcanzar altos niveles de concentración, estos espacios no serán asignados a miembros concretos, sino que serán libres y se utilizarán cuando los empleados precisen de los mismos. También veo otro tipo de espacios como los de representación para atender a los clientes más parecidos al confortable salón de una casa que a un despacho convencional. Está claro que cada empresa es un mundo y que las nuevas oficinas que necesitarán deberán adaptarse a su propia cultura y que probablemente deberán contar con los servicios de un arquitecto de interiores o quizás de una nueva profesión que sepa entender las nuevas necesidades que creó irán muy en línea con los espacios que he comentado. ​


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