Era el día para que el de Belgrado, el número uno del mundo, diera un paso más en su mordisco a la historia. El día para igualar los registros de Federer y Nadal, para ser el primer hombre, desde Rod Laver en 1969, en ganar los tres primeros Grand Slam del año, para ser el quinto de la Era Open y el primero desde Nadal en 2010, en hacer el Canal Slam, es decir, el doblete Roland Garros y Wimbledon, para quedarse a solo un título de igualar los siete de Pete Sampras y William Renshaw.