A medida que se acerca la cita con las urnas en la Comunidad de Madrid, la temperatura política sube enteros y en todos los medios de comunicación del Estado el pulso madrileño acapara destacados espacios. El momento en que están celebrándose dichas elecciones, envueltas en las excepcionales circunstancias políticas, sociales y económicas que las rodean, hacen que no sean unos comicios más. El resultado del próximo cuatro de mayo en Madrid puede tener efectos en el ámbito del Estado e irradiar los mismos a los distintos territorios que lo conforman. También en las expectativas electorales en Canarias.

Si la suma del PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos sale victoriosa, el Gobierno de España que preside Pedro Sánchez saldrá reforzado y, por lo tanto, la actual coalición gubernamental prolongará su comunidad de intereses políticos. Además, en el supuesto anterior, el triunfo de los partidos de izquierda actuaría como un eficaz pegamento en las Comunidades Autónomas donde sus respectivos gobiernos están en el binomio PSOE-Unidas Podemos --éste es el caso de Valencia, Baleares, Aragón, La Rioja, Navarra y Canarias--. En cada uno de ellos se da una casuística especial con la participación de otras fuerzas políticas en la conformación de las mayorías de gobierno, pero la ecuación es parecida porque pivota sobre las formaciones señaladas. Sin duda, un triunfo de los partidos de izquierda el próximo cuatro de mayo en Madrid también reforzaría --aún más si cabe-- al pacto cuatripartito que gobierna en Canarias.

Por contra, una derrota estrepitosa del PSOE y sus potenciales aliados en Madrid abriría el debate sobre los efectos que pudiera tener en la coalición de gobierno estatal. Desde luego, la lectura política que se hará de los resultados del próximo día cuatro estará sujeta a muchos matices. Dependiendo de su contundencia, el esperado triunfo de Isabel Diaz Ayuso será objeto de muchos análisis.

Por una parte, un triunfo rotundo de la actual presidenta madrileña. pero que necesite el apoyo de Vox para gobernar, obligaría a revisar la estrategia marcada por Pablo Casado, su hipotético viaje al centro buscando el desmarque de los de Santiago Abascal y, de paso, la recuperación de un electorado que en los últimos tiempos había encontrado una opción posible en el proyecto inicial de Ciudadanos. En este orden de cosas, será inevitable que entre los populares se abra un debate sobre la estrategia a seguir para convertirse en una alternativa real al Gobierno de Sánchez, promoviendo la reunificación de la derecha española escorándose al centro o, en otro caso, siguiendo la estela de lo que previsiblemente suceda en Madrid, es decir, sumando con los de Abascal.

La disyuntiva que se puede abrir para los populares es la de seguir profundizando en el viaje al centro pregonado por Casado --renunciando a sumar a Vox-- o seguir la estela de Diaz Ayuso en Madrid que, con mucha determinación, quiere llegar a acuerdos con el partido de Abascal. Si la preferencia de los populares es seguir el camino marcado por la presidenta madrileña en funciones, la pregunta sería si será Casado el líder capaz de aproximar a los de Abascal después de la dura confrontación que mantuvieron en el debate de la moción de censura contra Sánchez.

En Canarias la existencia de partidos territoriales como Coalición Canaria, Nueva Canarias y la Asociación Socialista Gomera modula el papel de los partidos estatales. No obstante, tradicionalmente ha existido un mimetismo entre lo que sucede en Madrid con el PP y el PSOE y sus resultados en las Islas. Sin lugar a dudas, el resultado del cuatro de mayo en Madrid dará para hacer muchos análisis y cábalas sobre la política española. Mientras tanto, la realidad económica y social sigue estando alejada de las prioridades partidarias.