Segunda noche consecutiva de violencia y disturbios en algunas de las ciudades más importantes de Holanda a consecuencia de las protestas callejeras contra el toque de queda y el resto de limitaciones asociadas a la crisis sanitaria de la Covid 19.
Grupos incontrolados de ciudadanos han vuelto a tomar, por segunda noche consecutiva, las calles de ciudades como Amsterdam, Rotterdam y La Haya para exteriorizar su frustración ante las restricciones impuestas por las administraciones para contener los focos de propagación de la pandemia.
Los incidentes se han saldado con un total de 114 detenciones y destrozos de consideración en mobiliario urbano, escaparates y otros equipamientos, además de decenas de heridos a raíz de los enfrentamientos entre los efectivos policiales y los manifestantes.
Los disturbios no solo afectan a las ciudades más pobladas, sino también a localidades más pequeñas. Este es el caso de Geleen, al sur de Holanda, situada muy cerca de Maastrich, donde se ha producido esta noche una cruenta batalla campal entre agentes de la policía y grupos de jóvenes que les lanzaban indiscriminadamente fuegos artificiales y otros objetos y artefactos.
CAÑONES DE AGUA CONTRA LOS MANIFESTANTES
También en Rotterdam los efectivos antidisturbios han debido emplearse a fondo para dispersar a los participantes en las protestas, utilizando incluso cañones de agua. La tensión en esta ciudad ha llegado hasta tal punto que el alcalde, Ahmed Aboutaleb, ha publicado un decreto de emergencia otorgando poderes especiales a la policía en sus actuaciones contra los promotores de las protestas.
Las movilizaciones se han repetido también en La Haya, donde se han prodigado las cargas policiales, así como en otros puntos del país, como Amsterdam y Eindhoven, y en localidades con menos población, entre ellas Breda, Arnhem, Venlo y Ruremond.