Idiotez algorítmica

No tengo ni idea de lo que significa el título. Lo leí en la sección de cultura de un periódico de los de papel y no cito al autor para no avergonzarle. ¿Qué tiene que ver el culo con las témporas? Imagino que queda muy culto o, la verdad, muy idiota. Les invito a la reflexión.

Tenemos, como sociedad, un problema. Cada día mueren personas que han sido brillantes en lo suyo desde el punto de vista literario, filosófico, político o cualquier otra rama de la ciencia y ocupa, con dificultades una nota a pie de página; pero muere Maradona, que sin duda fue el mejor en lo suyo en su momento y quizás de todos los tiempos (abro debate) y en su país se decreta duelo nacional. No me gusta hacer leña del árbol caído, simplemente diré que su enfermedad, la toxicología, le hizo ser una mala persona y un pésimo ejemplo para muchos.

La última gran manifestación que recuerdo en España, después de la de Miguel Ángel Blanco, fue la de 2010, en que la selección ganó el mundial de futbol. En Madrid fue apoteósico; y mire Vd. cuántas cosas más importantes que ganar el mundial están o han sucedido, como es la reducción vía Decreto de derechos constitucionales. En dos mil años no hemos cambiado: Panem et circenses.

Una vez más, sociedad y gobiernos van cada uno por su lado. No es ninguna broma la pandemia que está asolando a casi todo el mundo, pero aquí debemos ser idiotas algorítmicos, parece que no va con nosotros. Los Gobiernos deciden clausurar, en una polémica medida (ahí está Madrid), los locales de ocio y reducir ocupación en bares y restaurantes, arruinando a los bareros y restauradores, y la sociedad se apresura a montar fiestas ilegales en locales que no disponen de ningún tipo de autorización, ni licencia, ni sistema antiincendios o salidas de emergencia. Una vez más; se premia en este País, el grande y el pequeño, al que hace las cosas mal e ilegalmente.

Quizás gran parte del problema resida en que nos gobierne la izquierda, una izquierda sin programa y sin guión, empeñada en salvar el día a día en su continua campaña de imagen. Los gobiernos actuales hacen una cosa inverosímil, venden a la ciudadanía lo que no hacen y dijeron que harían o que no lo harían, qué más da. Se lo aceptamos todo. Aunque lo que hace bien de verdad, para desgracia de la ciudadanía, es cumplir con sus máximas: prohibir en perjuicio de derechos y libertades, sancionar y subir impuestos. A eso nadie les gana.

De todos modos, es hora ya de que tomemos conciencia de que las normas están para cumplirlas y más en la situación en la que vivimos. Ya habrá tiempo de exigir responsabilidades políticas y jurídicas a los gobernantes, o al propio estado, pero mientras tanto, cumplamos las leyes.

Este último párrafo lo dedico a alguien que se considere idiota logarítmico o listo logarítmico, que sea tan amable de ilustrar mi ignorancia y me explique en qué consiste, de verdad que no alcanzo. Por supuesto, disfruten del mes que hoy empieza; para mí, que me gusta la Navidad, siempre ha sido especial.