Lo siento porque estas reflexiones son crónicas y clónicas pero el escenario político actual y sus seudo líderes que okupan transitoriamente el poder, (espero), hacen que mi hipocampo, recuerde una y otra vez las siguientes reflexiones, que son obvias y que yo me permito compartirlas, una vez más con ustedes.
Seguro que les suenan.
Se reproducen clónicamente. Son una marea que copa las organizaciones, la administración y los partidos políticos. Mienten compulsivamente y de forma impertérrita. Su electroencefalograma emocional no conoce la culpa. Sufren el síndrome de la ética indolora. Todo vale si consigo el control y el poder. Se dedican desmesuradamente a su imagen en detrimento de su yo. Son huérfanos de honestidad e impecabilidad. Son egotistas, centrados en sus propios intereses, pero carecen de valores. Su imagen les atrapa. Su tragedia es la negación y la minimización de los sentimientos. El objetivo ser y sobre todo aparentar frialdad.
Ante la escenificación pública y obscena que se está dando en el espacio político autonómico y nacional y a la que estamos asistiendo, impertérritos y catatónicos la ciudadanía, es urgente rescatar metáforas que nos permitan explicarnos las conductas de ciertos personajes que a la sazón okupan el poder y la administración. Hay que reconocerlo, nos ha tocado vivir una época de falsos líderes políticos de distinto pelaje que exige mucho cuajo, paciencia, capacidad de resistencia y que nos deparan sorpresas y malentendidos diariamente. De donde no hay no se puede sacar y como decía el maestro Castilla del Pino: "Una vez descubierto lo falso se impone la impostura y la sobreactuación tratando de proyectar la mejor imagen posible a la ciudadanía”. Todo menos dimitir cuando se les pilla en renuncio flagrante.
Es obvio que el panorama político actual da para muchas metáforas y muchas historias, en una sociedad compleja que consume compulsivamente la ficción. En las instituciones la carencia de liderazgos es desoladora en un contexto donde la función pública es complicadísima en un contexto psicosocial donde la es-tupidez, el primitivismo y el infantilismo alcanzan altas cotas.
Siempre hay una reflexión y una metáfora que me vienen siempre, automáticamente a mi cabeza cuando observo estos hechos y siempre, perdón por repetirlas, recurro a ellas.
Como dice un famoso grupoanalista vasco, el dr. Ayerra,” los falsos líderes, incurren en impotencia interna, recubierta de repotencia externa y megalomanía con la que nos recrean de forma cotidiana, en la confianza de que un ambiente de confusión y miedo será suficiente garantía de credibilidad del engaño. Véase si no el esperpéntico espectáculo que nos ofrecen diariamente estos seudolíderes, convertidos en pequeños rateros onmipotentes y mentirosos”.
A mí estos líderes actuales carentes de madurez me recuerdan a los míticos y legendarios pájaros Oozlum de la América latina. Déjenme que me explique Oozlum era un fabuloso pájaro de leyenda que tenía la característica de volar hacia atrás, la cola hacia la frente y la cabeza en la popa.
De este modo nunca sabia hacia donde iba, pero jamás perdía de vista de donde procedía. Hay que admirar la contraintuitividad de los “pájar@s” en cuestión. ¿Pero a donde nos llevan en su huida hacia delante?
Ya saben en derrota transitoria pero nunca en doma.