El CD Tenerife confirma su dinámica perdedora en el Carlos Belmonte ante un Albacete que, sin fútbol, consiguió batir a los isleños por 3 goles a 2 (3-2) en un partido de ida y vuelta, donde las carencias de ambas defensas fueron las claras protagonistas del choque.
La tarde empezó de cara para los tinerfeños, con un penalti fallado por los manchegos antes de que el "Tete" se adelantase en el marcador por medio de Quique Rivero. La defensa del Albacete (equipo que más goles concede de la categoría) hizo aguas durante toda la primera mitad, pero los de Cervera no supieron rentabilizar con goles.
El Albacete no desesperó y por medio del balón parado dio la vuelta al marcador, aparentemente sin dificultades. No se entiende como un equipo como el Tenerife puede encajar tres goles de la misma factura en un solo partido, pero así fue. Rafa Chumbi, quien fallase el penalti nada más comenzar, se resarció con dos goles a la salida de sendos saques que dejaban a Álvaro Cervera virtualmente fuera del equipo. El tercero llegó también desde la esquina, esta vez con el sello de Pulido.
Con Cervera haciendo las maletas, Cristo Hernández se inventó una maravillosa vaselina para acortar distancias, y, más tarde, Carlos Ruiz,en posición legal, remató a gol una jugada que el árbitro anuló por inexistente fuera de juego.
Era el bálsamo que podía salvar al cántabro-canario, pero los defectos adolecidos por el equipo en el Belmonte son un lastre que viene de lejos, y que no tiene más horizonte que la destitución de Cervera.