Estamos en estado de alarma y lo responsable es quedarse en casa. Ojala todos sepamos ser heroicos en estos días y hacer caso a las recomendaciones sanitarias, nos jugamos mucho.
Pero de todo contratiempo se puede sacar provecho . Y esta es una ocasión y nos viene de maravilla. En un mundo que vive pendiente del reloj y de las mil cosas que hay que hacer durante el día, nos encontramos con tiempo y en casa. Aprovechemos esta circunstancia para hacer un parón en nuestro vida y reflexionar hacia donde vamos.
Es tiempo de estar en familia, que se demuestra otra vez que es el núcleo principal de la sociedad. Es una ocasión inmejorable para abordar aquellos asuntos que por la prisa nunca tenemos tiempo de hablar. Para profundizar más en nuestras relaciones con nuestra pareja o cónyuge y sobre todo con nuestros hijos. Cuantos juegos, películas y ratos podemos estar con ellos recuperando aquello que nos roba la vorágine diaria.
Ese libro que querías leer y nunca tenias tiempo, esa película que tanta ilusión te hacia verla, aquel arreglo en casa que se eternizaba, la música que querías oír pero no encontrabas el hueco para escuchar, ese hobby que tienes y que nunca encuentras un hueco para practicar; y así un montón de cosas que este tiempo de reclusión en casa nos brinda.
Seamos positivos , de esta saldremos y saldremos reforzados. Aprovechemos esta circunstancia para crecer como personas, como familia y sociedad.
Desde aquí mi admiración y solidaridad a todos los sanitarios que estos días lo dan todo. Y por supuesto la pronta recuperación de los que han dado positivo en el coronavirus independientemente del pelaje que sea y del color político o ideológico que practiquen.
Aprovechemos el coronavirus , una ocasión única para nuestras atropelladas vidas