En estas mismas páginas aludíamos muy recientemente a el mismo supuesto ocurrido en Tacoronte, y, lo que según doctrina, se refiere al gasto “no reconocido”, por haberse prescindido en su momento del procedimiento legal establecido, debiendo someterse por el nuevo Consistorio a un “Reconocimiento Extrajudicial del Crédito” e inicial una nueva andadura de meses de espera hasta su liquidación, mediando, según Sentencia del Consejo de Estado nº 1724/2011, el correspondiente procedimiento de revisión de oficio del contrato.
Comentábamos igualmente, que nos encontrábamos ante un supuesto inadmisible, desde el punto de vista de que el gasto no puede ser imputable al Presupuesto Consistorial, por haberse realizado previamente sin dotación presupuestaria o insuficiente.
Por último, también manifestábamos, que esta trasnochada práctica sirve por igual a intereses o fines de Administraciones entrantes o salientes, o lo que es lo mismo, al amparo del sabio refranero: lo que no se va en lágrimas, se va en suspiros.
Quiero decir, tomándome una licencia que no me corresponde, que debería valorarse, ¿y por qué no?, a través una iniciativa legislativa canaria respecto a la obsolescencia de esta situación, siguiendo a una de nuestras fervientes doctrinas profesionales, en pro de su derogación, como defiende: Teresa Moreo Marroig, a la cual sólo conozco por sus Textos.
Si (
No(
