Cientos de manifestantes que participaban en una protesta contra la polémica ley de extradición han interrumpido el tren de Hong Kong. Entre sus acciones, bloquearon las puertas lo que provocó que muchos ciudadanos se vieran obligados a buscar otras alternativas de transporte.
Hace tres meses empezaron las manifestaciones contra la polémica ley de extradición pues consideraban que "vulneraba los derechos" de aquellos enjuiciados. Ahora se han convertido en protestas contra el gobierno local y su relación con Pekín.
"No es nuestra intención molestar a la gente, pero tenemos que asegurarnos de que las autoridades entienden por qué protestamos. Continuaremos cuanto sea necesario", ha explicado un ciudadano que se ha manifestado.
Diariamente se han sucedido estas manifestacions lo que ha afectado gravemente a los negocios de la capital. El gobierno ha respondido con más presencia policial en las calles, lo que ha conllevado en muchas ocasiones a un uso de la fuerza de forma desmedida.
"No sabemos cuánto tiempo vamos a estar aquí, no tenemos un líder, es un movimiento masivo", ha aseverado una joven manifestantes de 21 años", señala un protestante.
Por su parte, el Gobierno de Carrie Lam, ha suspendido la tramitación de la ley de extradición, aunque todavía no la ha retierado. Por ello, los grupos de ciudadanos siguen reclamando su total eliminación.