Los colegios electorales han abierto a primera hora y durante toda la jornada recibirán a los 4,2 millones de daneses llamados a las urnas.
Se eligen 179 parlamentarios y el resultado es más incierto que nunca. Los sondeos hablan de que podría producirse un cambio de color en el gobierno del país con un ascenso del bloque de centro-izquierda en detrimento del centro-derecha del primer ministro, Lars Lokke Rasmussen.
De ser así, la líder socialdemócrata, Mette Frederiksen, podría ascender al poder y convertirse en la segunda mujer en ocupar el Gobierno en Dinamarca.