(EFE).- La parisina
Léa Seydoux era sólo estrella en el cine francés hasta que el mundo vio su versatilidad actoral -y su hermosísimo cuerpo- en
“La vida de Adele”, una apuesta tan arriesgada como definitiva, que hacía todavía más sorprendente su transformación en Bella: inocente, sensual y arrebatadora.
Es, de nuevo,
Léa Seydoux, la “Bella” del cuento que enamora a “la Bestia”
Vincent Cassel, otro ídolo del cine francés adorado también por el
stardust holliwoodiense.

“Tuve una especie de premonición mientras rodaba
‘Sister’, de
Ursula Meier; me imaginé lo genial que sería trabajar en un cuento de hadas, me veía haciendo ‘La bella durmiente’, por ejemplo. Todavía no había empezado ‘La vie d’Adele’ cuando me propusieron
‘La bella y la bestia’. Acepté inmediatamente”, apunta la actriz en la web promocional de su nueva película.
Esta nueva adaptación de la historia de "La bella y la bestia" es una visión diferente de la misma, en palabras de su director, "Aunque seré fiel a la narración de este inmortal cuento de hadas, manteniendo el tiempo y los personajes como en el original, sorprenderé al público creando un universo completamente nuevo jamás experimentado antes, con imágenes de una calidad sin precedentes."
