Así, ya se conocen las nacionalidades e identidades de los fallecidos en el accidente. De los 113 ocupantes del avión, 11 eran extranjeros y todos perecieron en el siniestro: seis miembros mexicanos de la tripulación (tres hombres y tres mujeres), un matrimonio de argentinos, los dos hombres saharauis y una mujer mexicana.
Los 102 pasajeros restantes eran de nacionalidad cubana, de los que solo han sobrevivido tres mujeres que permanecen hospitalizadas en estado crítico, con pronóstico reservado dado que presentan "lesiones de alta complejidad". Entre las víctimas mortales hay cuatro niños y un bebé.
El avión siniestrado era un Boeing-737 de la compañía mexicana Global Air arrendado por Cubana de Aviación. Esta nave fue fabricado en 1979 y había sido revisado por última vez en 2017. Sin embargo, Marcos Aurelio Hernández, un expiloto de la compañía ya había denunciado ante la empresa el mal estado de los aviones de la aerolínea mexicana, ha declarado el piloto a un medio local. En concreto, Hernández asegura que las aeronaves volaban con “llantas defectuosas”, el radar no funcionaba y los mecánicos, en ocasiones, no disponían de piezas de repuesto para arreglar las averías.