Paul Nicklen y varios compañeros de National Geographic no pudieron aguantar las lágrimas al ver al esquelético animal casi sin fuerzas buscando comida. No actuaron porque quisieron mostrar las consecuencias del cambio climático que, al reducir su hábitat, provoca que estos animales mueran de inanición.
A lo lejos se ve cómo, con paso lento y cansado, un oso polar al que se le marcan los huesos avanza con dificultad. Cuando ha dado tan solo unos pasos, una de sus patas traseras le falla y cae casi completamente al suelo. A duras penas consigue levantarse y, moribundo, sigue su búsqueda de algo de comida.
El video fue grabado por un fotógrafo colaborador de National Geographic en Canadá y la dureza de las imágenes provocó que ni él ni sus compañeros pudieran aguantar las lágrimas. Así lo cuenta la revista en su página web, donde explica que el video fue tomado a finales del verano en la isla Baffin, en el norte de Canadá y situada a la altura de Groenlandia.
"Nos quedamos ahí llorando, grabando, con las lágrimas cayendo por nuestras mejillas", explicó Paul Nicklen, un fotógrafo que conoce de cerca la vida de estos mamíferos: antes de dedicarse a la fotografía era biólogo y fundó la organización ecologista Sea Legacy. Pese a que en su carrera ha visto más de 3,000 osos en estado salvaje, hasta ahora nunca había presenciado una escena tan dramática como esta, según cuenta la publicación.
Nicklen, de 49 años, y sus compañeros grabaron al oso a una distancia de unos 400 pies (1.3 km). El video muestra cómo el animal, que se supone se encuentra en sus últimas horas de vida, acaba encontrando una papelera y busca de manera desesperada comer cualquier desperdicio, aunque con poca suerte.
Su testimonio, que fue difundido por National Geographic, ha conseguido 120,000 retuits en pocas horas.
Pese a la crudeza de la escena, Nicklen no actuó para salvar la vida del oso, algo que le han reprochado en las redes sociales. "Claro que se me pasó por la mente", se defendió en la revista, pero ofrecerle algún tipo de ayuda solo hubiera servido para prolongar su agonía, subrayó. Además, dar comida a los osos polares en liberdad es ilegal en Canadá.
Pero Nicklen tenía también otro motivo poderoso: no quería que su martirio y muerte fueran en vano. "Cuando los científicos dicen que los osos se van a extinguir, quiero que la gente entienda qué significa eso. Los osos van a morir de hambre y así es cómo está pasando", dijo.
Documentar el cambio climático
El fotógrafo reconoció, en declaraciones a The Washington Post, que no tiene una prueba definitiva de que la muerte del oso esté relacionada directamente con el cambio climático, pero quería mostrar su sufrimiento para que la gente saque sus propias conclusiones.
Los osos polares son una de las especies más vulnerables a los cambios que está experimentando la Tierra. Así lo explica National Geographic al recordar que, como criaturas que viven en el hielo ártico que se alimentan de focas que viven ahí, son de las primeras víctimas.
Es cierto que durante el verano no es inusual ver osos que no habían comido por largo tiempo mientras el hielo ártico vuelve a formarse. Pero un estudio de 2002 encontró que el deshielo está provocando que ya no cuenten con su alimento y se estén desplazando hacia la tierra antes de lo normal y permanezcan por más tiempo, provocando fuertes consecuencias a su dieta. Hasta tal punto que pueden morir de inanición.
Según datos del National Snow and Ice Data Center, dedicado a seguir la evolución de la capa de hielo en el océano, ha constatado niveles récords de recesión de la zona helada, lo que está afectando directamente a la supervivencia de los osos.
Los científicos consideran que la población de unos 250,000 osos polares repartidos en 19 hábitats diferentes se verá reducida a una tercera parte en las próximas décadas debido a que cada vez su hábitat se está reduciendo.
"La verdad es difícil, pero el fotoperiodismo va más allá de bellas imágenes. Puede ser un trabajo difícil. El periodismo expone -de manera cruda y sin prejuicios- los problemas del mundo a favor de la transparencia, la honestidad y, creo, para cambiar a mejor", dijo Nicklen este viernes en su cuenta de Instagram, donde explicó su trabajo tras la gran repercusión de sus imágenes.
"Fuimos al Ártico canadiense para documentar los efectos del cambio climático. Encontramos lo bueno, lo malo y lo feo, pero en su mayoría simplemente bellos animales y paisajes que queremos proteger. Continuaremos compartiéndolo todo con usted con el interés de generar un cambio positivo y duradero", concluyó.