La Plataforma contra el Mamotreto reacciona a la destitución de Garcinuño
viernes 07 de julio de 2017, 13:01h
La Plataforma por el derribo del Mamotreto y contra la corrupción ha reaccionado a la destitución del concejal de Urbanismo de Santa Cruz de Tenerife, Carlos Garcinuño considerando que "el principal responsable de que la ejecución de la sentencia firme de derribo del mamotreto se haya dilatado, artificial e intencionadamente, casi tres años ha sido el alcalde José Manuel Bermúdez". La plataforma afirma que en innumerables ocasiones ha denunciado los actos de sabotaje del alcalde a esa decisión judicial, utilizando todos los medios de que dispone el ayuntamiento, incluso dinero público, "para mantener en pie el adefesio, un edificio ilegal e ilegalizable convertido en monumento a la corrupción, burlando a la Justicia y al pueblo de Santa Cruz, y coqueteando peligrosamente con el delito de prevaricación".
También consideran que el Sr. Garcinuño le sirvió como escudo protector, al asumir las consecuencias de las acciones más arriesgadas y discutidas del grupo de gobierno, protagonizando conflictos de manera un tanto gratuita y vanidosa con funcionarios, vecinos del Toscal, magistrados y abogados, con nuestra plataforma y con numerosos colectivos que defienden los intereses de las clases populares, Sin embargo, "la última salida de tono del concejal de Urbanismo, al votar en contra de la adjudicación de la obra de demolición del mamotreto, le condenó".
El alcalde nacionalista y su propio partido –el PP– lo defenestraron, pues ya no era útil ni como parapeto y acabó revelándose como una fuente de conflictos allí donde intervenía.
Contrariamente a lo que ha afirmado en sus últimas manifestaciones, el exconcejal de Urbanismo no ha defendido nunca el interés general ni el dinero ni el patrimonio de los y las santacruceras. Según la plataforma, "si fuera verdad que defiende el dinero de las y los chicharreros, debería haberse abstenido de gastar dinero público en informes absurdos y extemporáneos, dado que la sentencia es firme y ha adquirido la consideración de cosa juzgada con todo lo que ello significa. Al mismo tiempo, en su afán de mantener el mamotreto a toda costa, ha despilfarrado una ingente cantidad de capital humano al depurar, junto con el alcalde Bermúdez y el concejal Díaz-Estébanez, a unas funcionarias, juristas de contrastado prestigio profesional, porque no avalaban las tesis del grupo de gobierno municipal, a pesar de las amenazas recibidas, y contratando a otras que estuvieran dispuestas a firmar los informes deseados".
Finalmente, su activa campaña de denuncia del Plan Especial del Toscal, al que ha llegado a calificar temerariamente de fraude a pesar haber votado usted a favor en el pleno en el que se aprobó de manera “definitiva con reparos” por unanimidad de los grupos municipales y contar con el apoyo de los vecinos de ese emblemático barrio, ha puesto al descubierto que su intento de regresar al punto de inicio del citado plan no tiene como objetivo la defensa del interés general de la ciudadanía, sino todo lo contrario, abrir aún más la puerta a la especulación urbanística.
La Plataforma por el Derribo del Mamotreto y contra la Corrupción anuncia su intención de seguir vigilantes, pues no se fían del alcalde Bermúdez ni de su grupo de gobierno porque, como decían en mayo de 2015: “El derribo del mamotreto pone en cuestión los intereses de los poderes económicos a los que ATI-Coalición Canaria y Partido Popular han servido fielmente durante todos los años que han detentado el poder en la ciudad; los intereses del “capitalismo de amiguetes” que hasta ahora no se había encontrado en una situación semejante. El mamotreto no es una infamia urbanística aislada, sino un ejemplo más del maridaje político-económico que durante casi 40 años ha sido la pauta de gobierno en la capital tinerfeña. Es un símbolo de la especulación urbanística y la corrupción política que ha sido la marca oficial de la ciudad.”