Podrán ahorrar hasta la mitad de la factura desde el principio y amortizar la inversión en cinco años
El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, aseguró que el logro de que el Estado haya retirado al fin el impuesto al sol en Canarias supondrá toda una revolución que permitirá el autoconsumo energético en hogares y empresas, que ahora podrán instalar placas solares sin pagar peaje alguno de por vida.
Antonio Morales explicó en la inauguración de la Semana Europea de la Energía que estarán libres de peaje “de por vida”, lo que marca una gran diferencia con respecto a la normativa actual, que liberaba del peaje solo hasta 2019, generando una inseguridad jurídica de tal calibre que frenó la instalación de dispositivos de generación de energía renovable.
Esta nueva medida alcanzada en las negociaciones de los Presupuestos Generales del Estado de NC, apuntó, quedará además recogida en el REF. La retirada vitalicia del impuesto al sol afectará a todas las instalaciones que se realicen hasta 2023 -de momento se desconocen las condiciones para las que se instalen con posterioridad-, generarán ahorros de hasta la mitad de la factura desde el principio, y los aparatos (unos 3.000 euros) serán amortizados en apenas cinco años.
Es más, posibilita que empresas o comunidades de vecinos conformen cooperativas, también colegios y hospitales podrán autoabastecerse energéticamente y dejar de depender de la red eléctrica de forma parcial o incluso total. Y si un edificio genera excedente, puede venderlo a la suministradora de convencional. Y en cualquier caso disminuye la dependencia del exterior de Canarias. Además, ahora los agricultores también podrán desalar y depurar agua sin tener que pagar este peaje que fue el “hazmerreir del mundo”.
Morales anunció que el Cabildo de Gran Canaria organizará jornadas y encuentros a través de su Consejo Insular de la Energía para propiciar que esta posibilidad sea aprovechada por la ciudadanía e incluso estudiará posible incentivos.
Hablar de renovables y gas, incompatible
Durante la inauguración de este acto, junto al vicepresidente del Gobierno, Pablo Rodríguez, y el alcalde de la capital grancanaria, Augusto Hidalgo, Morales subrayó que no entiende cómo se puede hablar de apostar por las energías renovables y hablar al tiempo de implantar el gas, un combustible igualmente fósil, cuando las islas tienen todos los elementos a su disposición para generar energía limpia, inagotable y gratuita: viento, sol, mar y calor de la tierra.
Tanto es así, que en la Península han tenido que cerrar diez plantas de ciclo combinado, pero hay que seguir pagando su mantenimiento, nada menos que 27.000 millones. Y es que una instalación de este tipo es en sí misma una hipoteca que hay que amortizar con ganancias o con dinero público. Las ganancias no son posibles porque la penetración de las energías renovables, muy baratas frente al fuel, las ha obligado a cerrar, de modo que se hace con dinero público.
Además, prosiguió, implantar el gas no solo conlleva construir una regasificadora, conlleva diques, contradiques, canalizaciones industriales y urbanas para llevar el gas nuevamente a las cocinas de los hogares. En cualquier caso, el Plan Insular de Ordenación de Gran Canaria frena esta posibilidad y además esta Isla cuenta con el proyecto de la Central Hidroeléctrica de Chira Soria, que tras el cambio de enfoque del proyecto inicial, tiene capacidad para propiciar la penetración de hasta un 70 por ciento de las energías renovables que necesita Gran Canaria, celebró.
Los impedimentos a las renovables han sido múltiples, prosiguió, ya que de hecho las servidumbres aeroportuarias obsoletas que el Cabildo demanda al Estado que retire y actualice impiden la penetración de hasta un 30 por ciento en el este de Gran Canaria, la zona de mayor viento, con picos record a nivel mundial. Las hay tan obsoletas que bastaría retirarlas porque no cumplen función alguna.