Un británico de 74 años, que vive jubilado en Arabia Saudí, se enfrenta a recibir 360 latigazos por transportar vino casero en su coche. Karl Andree fue arrestado en agosto de 2014 y cumplió un año de cárcel, pero el castigo corporal estaba pendiente. Ahora que el hombre está por salir de prisión tendrá que someterse a los azotes dictados por un juez saudí.
Karl Andree fue detenido por la policía religiosa saudí por incumplir la estricta ley islámica del país,según ha publicado The Guardian.
La ley de Arabia Saudí prohíbe la tenencia y consumo de bebidas alcohólicas. Este británico, que trabajó durante 25 años en una empresa del petróleo, conocía perfectamente las normas del país.
Un hijo de Andree explicó que su padre, que ha superado tres veces el cáncer, no soportará los 360 latigazos que condicionan su salida de prisión.
Su familia considera que tras pasar un año encarcelado ya ha pagado por su delito y ha pedido la intervención del Gobierno británico.
El ministerio de Relaciones Exteriores británico, por su parte, dijo que trabajaba para conseguir su libertad.