Del nuevo iPhone sabíamos que ha introducido un nuevo tipo de aluminio que supera tres veces la resistencia de terminales anteriores o que su pantalla es sensible a la presión. Lo que no sabíamos es que los nuevos modelos también son más resistentes al agua. Ambos modelos (6S y 6S Plus) permanecen una hora sumergidos en este experimento casero y eso no parece afectar a su funcionamiento.
La moda de los móviles resistentes al agua parecía que llegaba para quedarse, para salvar todos los accidentes en piscinas y playas. Sin embargo, parece que solo Sony mantiene esta apuesta en Jrme y otros, como Samsung o Motorola, han hecho lanzamientos aislados. Sin embargo, algunos dispositivos son capaces de soportar y resistir el agua pese a que los fabricantes no lo incluyan en sus características principales.
Este es el caso del iPhone 6s y el 6s Plus. Un youtuber ha querido ver qué pasaría si los dejase durante un buen rato bajo agua y cuánto durarían sin estropearse. Así, ambos terminales, en ‘rose gold’, han sido sumergidos con el cronómetro encendido. El resultado: tras una hora bajo el agua, los móviles funcionan sin ningún problema. La pantalla está intacta y la cámara funciona con normalidad.
Sin embargo, este test es sólo una prueba casera y no una comprobación científica, que no asegura que vayan a sobrevivir al agua. De hecho, hay ciertos líquidos especiales utilizados por las compañías en sus pruebas que no dañan los componentes electrónicos (lo podéis ver en acción en este artículo sobre cómo Sony comprueba la resistencia de sus dispositivos), por lo que este vídeo podría ser un engaño. De momento, la mejor opción es evitar ahogar los terminales hasta que Apple anuncie un iPhone con esta característica.
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