El presidente del Gobierno de Canarias afirmó el pasado mes de marzo: “O suben los salarios, vinculándolos a la productividad, o se les deben subir los impuestos”. Es hora de que cumpla su palabra.
La exitosa huelga y movilización sindical de estos días es saludada por Drago Canarias, lo que demuestra de manera contundente que el pulso social en Canarias se mantiene activo. Esta movilización pone de manifiesto que las condiciones materiales de vida en nuestro país hacen imposible la construcción de un proyecto de vida digno para una gran parte de la sociedad.
Durante el mes de marzo, una mejora en las condiciones laborales del sector turístico fue solicitada por el presidente Fernando Clavijo, quien afirmó que “o suben los salarios, vinculándolos a la productividad, o se les deben subir los impuestos”. No obstante, ante esta afirmación, la patronal ha menospreciado la negociación colectiva y ha presentado propuestas que mantienen situaciones laborales desfavorables, ofreciendo salarios muy bajos.
Apenas un mes atrás, Clavijo afirmaba que el sector turístico disfrutaba de una situación económica favorable. No obstante, en la actualidad, los representantes de la patronal han declarado que “ya han ofrecido lo que podían” e incluso han señalado que “la situación económica del sector no es tan boyante”, lo cual contradice el discurso institucional reciente.
La falta de credibilidad en los argumentos de la patronal es una opinión que sostiene Drago Canarias. Es inaceptable perpetuar condiciones laborales que impactan negativamente en la salud, complican la conciliación y impiden el acceso a una vivienda adecuada y a una alimentación digna.
Para que el presidente del Gobierno de Canarias conserve su credibilidad, es necesario que cumpla con su promesa. Una propuesta de aumento de impuestos para los empresarios del sector turístico debe ser presentada en el Parlamento, lo que facilitaría la redistribución, al menos en parte, de la considerable riqueza generada por el esfuerzo de muchos y que actualmente se encuentra en manos de unos pocos.
En Canarias, los derechos de la clase trabajadora no se ven equilibrados con los intereses económicos. Por esta razón, es fundamental que el poder ejecutivo actúe de manera decidida. Si no se implementa un aumento salarial que asegure condiciones de vida dignas, será necesario elevar los impuestos. De lo contrario, continuaremos edificando una Canarias cada vez más injusta e insolidaria.
La única solución ante la postura de la patronal turística es establecer condiciones laborales justas para todas aquellas personas que, con su esfuerzo, sudor y dedicación, contribuyen a crear la riqueza del principal motor económico del archipiélago.