El caso salió a la luz en 2020, cuando Gisèle descubrió videos de las agresiones en el ordenador de su esposo y denunció los hechos a la policía. El juicio, que comenzó en septiembre de 2024, ha sido uno de los más mediáticos en la historia judicial francesa, destacando la gravedad de los delitos y la cantidad de acusados involucrados.
Además de Pelicot, otros 50 hombres han sido juzgados por su participación en las violaciones. Las sentencias para estos acusados varían, con penas que van desde cuatro hasta los 13 años de prisión por agresión sexual.
Gisèle Pelicot, de 72 años, ha sido una figura central en este proceso, enfrentando el juicio con serenidad y buscando visibilizar su caso para generar conciencia sobre la violencia sexual y la importancia del consentimiento. Su valentía ha sido reconocida por colectivos feministas y ha impulsado debates sobre la necesidad de reforzar las leyes relacionadas con la violencia de género en Francia.