www.canariasdiario.com

La sombra del parking, es alargada

Por José Luis Azzollini García
lunes 02 de diciembre de 2024, 12:20h

Decía Don Miguel Delibes, en su libro escrito en 1948, que la sombra del ciprés era alargada para referirse al efecto que hace este tipo de árbol en el ser humano. La similitud de lo lejos que llegaba su sombra se asemeja con lo alargada que puede llegar a ser el poder. La verdad es que en el contexto en el que escribo estas líneas, el título que este gran autor le dio a su libro, me ha venido de perlas. Pues al centrar mis comentarios sobre el tema que rodea al barrio del Toscal y a sus aparcamientos, la verdad es que se ve un sombrajo tan interesante como alargado; además de, tal y como sucedía con el ciprés del libro, divide las opiniones en el barrio tras un corte longitudinal. ¡Cosas de libros!

Vayamos por partes, -que diría un inglés que saltó al estrellato por motivos sangrantes-: que en el Toscal hay obras, no creo que sea descubrir nada nuevo ¡Y lo que nos espera, morena! Hablar de la dificultad de encontrar un hueco donde dejar nuestros vehículos, tampoco creo que sorprendan a nadie. El término medio para localizar una plaza libre, con posibilidad de usarla de forma libre, es un esfuerzo ímprobo. Hay veces en las que el tiempo consumido puede llegar a superar la hora. No a todo el mundo le resulta tan difícil, claro. Si donde se vive, existía un parking comunitario y éste se ha visto bloqueado por las obras, el Excmo. Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, que tal vez podría haber no cobrado la tasa hasta que terminen las obras, ha optado por reservar un espacio en una calle cercana para que pueda hacerlo con total garantía de no desesperarse. ¡Hay que mimar al pagador! -paga impuesto rodaje y tasa por parking- Un eficiente cuerpo de policía velará para sancionar a quien ose pararse en esos espacios y ¡ojo! no se contentarán con decirte aquello de: ¡eso KK, niño! Estoy seguro que quienes gozan de ese “privilegio”, aplaudirán la decisión del Ayto. Pero, ¿qué pasa con el resto de vecinos que también paga sus impuestos de rodaje? Pues a este otro grupo, se le dará la gran oportunidad de conocer en profundidad el callejero que conforma el barrio del Toscal y el de barrios aledaños. Habiendo piernas, hay plazas de aparcamiento. ¡Haberlas haylas!, pero si se vive en el punto donde los servicios de obras concentran sus trabajos, entonces no habrán tantas. Los astros se han alineado y todos se ven desde El Toscal. ¡Quedará precioso! Pero lo de las obras, repito, ya no es novedad.

Lo que sí parece más novedoso es la necesidad que se está creando, casi sin darse cuenta: en la zona del Toscal, hacen falta aparcamientos. ¿Cómo? ¿Y eso es nuevo? “Un momento, que juega el fomento”. Ya se ha dicho el problema que se ha originado con las obras. Pero resulta que el futuro, no es que sea de color verde esperanza. Muy al contrario, en ese futuro, predomina el color de los discos de prohibido aparcar. Es decir: más negro aún, si cabe.

Y eso, poco a poco, como trato de explicar, está haciendo mella en la ciudadanía hasta el punto en el que, muy pronto, todo aquel que viva en este entorno del que hablo, reclamará que desde el Ayuntamiento se habiliten aparcamientos públicos donde dejar los automóviles. De hecho desde la Casa Consistorial, ya se ha dejado caer que en la esquina del Cuartel de Almeyda, se construirá, a no mucho tardar, un fabuloso recinto de parking, donde podremos depositar nuestra propiedad rodada. ¿Qué está muy lejos del Toscal de allá? Pues eso también entronca directamente con lo que estoy tratando de argumentar: Se reclamarán muchas más edificaciones destinadas al aparcamiento de vehículos particulares. Cuanto más nos desesperemos, por no tener soluciones alternativas en estos momentos, más levantaremos la voz pidiendo ese recurso en el futuro y más motivos habrá para darnos soluciones.

Y, cuando ya todo parezca que está demasiado embarullado, es muy posible que salga una de esas voces políticas ¡magníficos oradores!, que provistos de la mejor de su sonrisa, nos traerá la solución. En el Barrio del Toscal, como culmen al esfuerzo que se está haciendo acometiendo una renovación en profundidad, se ha llegado a un acuerdo con, llamémosle X, para construir uno, dos o incluso tres edificios destinados al uso de aparcamientos, donde quien lo desee, podrá conseguir plazas en alquiler a un precio de indio amigo. El resto, que se vaya preparando, pues ese tipo de operaciones suelen venir con letra menuda y aunque es verdad que el coste de la obra lo asumirá quien los construya, también será verdad que en compensación podrían verse beneficiados con la posibilidad de fijar esas tarifas “populares” que nos hará pensar mejor en reclamar bono-bus. ¡Que las haga el Ayuntamiento!... ¡Sooo!

La población que vive en este populoso barrio de Santa Cruz verá, si no me equivoco mucho, como desde el Ayuntamiento, se habrá hecho ¡Auténtica magia Potagia! Y nos habrán resuelto el gran problema de aparcamientos, sin percatarnos de que el primer paso, fue quitárnoslo; pues los aparcamientos ya los teníamos a ambos lados de la calle de la Rosa y en uno de sus lados en la calle de San Martín y algo más en la calle de Santiago. Y, espera que no sigan con la Calle de San Miguel, que seguro le estarán echando un ojito -véase lo de la calle del Pilar-. Las mentes calenturientas pueden estar pensando que, lo de la peatonalización, grandes aceras y restricción de aparcamientos, pudiera tener como fin el justificar el negocio del parking. Yo, aventurándome un poco, creo que todo ha sido pensando en el ciudadano ¿O no?

Es posible que alguien pueda pensar e incluso defender, que lo que anoto no es más que el fruto de la calentura que se vive en la actualidad cuando toca aparcar. Las plazas de aparcamientos que se terminen construyendo, no tienen que ser necesariamente caras. Es verdad, puede que simplemente sean carísimas. ¿Exagero? Vayan al Hospital Universitario de Canarias y dejen el coche en el edificio que está junto a consultas externas. Cuando paguen el ticket, miren el valor de lo que han abonado y automáticamente, miren su “careto” en el espejo retrovisor. No se asusten, son ustedes mismos, pero acojonaditos. Traten de dejar el vehículo en el que está bajo la Plaza de España y no tener la misma reacción que se tiene en el anteriormente mencionado del hospital. Ese es sólo para turistas. ¡Pobres! Puede que sean plazas incómodas ¿Exagero?, intenten aparcar en el parking que está bajo la plaza de Tráfico y salir del coche sin perder los botones de la chaqueta.

Todos estos parking y otros más, son lugares públicos, pero gestionados por empresas privadas que lo único que pretenden es recuperar el dinero aportado para su construcción. Es justo decir que ellos están en su derecho, aunque también sería oportuno que desde el gestor de la Administración que firma la concesión, se mirara bien esa letra menuda que parece que no sea tan importante, pero que repercutirá en los bolsillos de sus administrados.

Desde luego, lo que parece evidente es que faltarán muchos más aparcamientos y la solución que se aporte, no debería ser más cara que la que existía -eran gratuitas-. Si se quiere sombra, en el futuro, puede que haya que pagar mucho más que lo que cuesta en la realidad. Ya veremos lo que pasa cuando el ciprés crezca. De momento, parece como si estuvieran sembrándolo. ¿Exagero?

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios