Dieciocho expertos de la ONU condenan de manera conjunta y unida el acoso contra las mujeres bahá'ís en este país
La comunidad bahá’í de Canarias se suma al pesar por las sentencias a 90 años de prisión a diez mujeres de esta religión en Irán, dentro de la política del gobierno de este país contra los miembros de la fe bahá’í.
Un grupo de 18 Relatores Especiales de las Naciones Unidas y expertos de los Grupos de Trabajo de la ONU ha emitido una carta conjunta de denuncias que reprende a la República Islámica de Irán por el reciente aumento de los ataques contra las mujeres bahá'ís, recalcando que las mujeres de la comunidad bahá'í de Irán enfrentan una persecución doble, por ser mujeres y por ser seguidoras de esta religión.
“Expresamos nuestra profunda preocupación por lo que parece ser un aumento en la persecución sistemática de mujeres iraníes pertenecientes a la minoría religiosa bahá'í en todo el país, incluyendo detenciones, citaciones para interrogatorios, desapariciones forzadas, allanamientos de sus hogares, confiscación de sus pertenencias personales, limitaciones a su libertad de movimiento, así como prolongadas y consecutivas privaciones de libertad”, expresaron los expertos de la ONU en su escrito, que coincide en tiempo con la condena de diez mujeres bahá'ís en Isfahán a un total de 90 años de prisión.
A finales de julio, los 18 expertos, relatores especiales y miembros de los grupos de trabajo de la ONU enviaron una carta al gobierno iraní detallando los abusos contra los derechos de las mujeres bahá'ís en el país y solicitando una respuesta de las autoridades, pero no han obtenido respuesta. Los relatores son expertos independientes nombrados por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para investigar, monitorear y reportar sobre violaciones específicas de derechos humanos en todo el mundo, con el objetivo de velar por los derechos de las mujeres y niñas, libertad de religión o creencias, reunión pacífica, educación, libertad de opinión y expresión, entre otros.
Las mujeres bahá'ís constituyen dos tercios de todos los bahá'ís perseguidos actualmente en Irán, y se enfrentan a detenciones arbitrarias, denegación de educación, allanamientos de sus hogares, separación de sus familias, citaciones judiciales, juicios por cargos criminales infundados y años de encarcelamiento injusto. Esta estadística subraya también el impacto desproporcionado de la persecución sobre las mujeres bahá'ís en el país.
La representante de la comunidad internacional bahá’í ante las Naciones Unidas, Simin Fahandej, destaca que “cuando se ataca a las mujeres bahá'ís, el dolor de esta injusticia afecta a familias enteras” y “esto lo hemos vuelto a ver esta misma semana con la cruel y totalmente injusta sentencia de 10 mujeres bahá'ís inocentes, cada una de ellas condenada a cinco o diez años de prisión. Los hijos de algunas de estas mujeres, como tantos otros, serán ahora separados de sus madres. Se aparta a esposas, hijas y hermanas de sus seres queridos exclusivamente por motivo de su fe”.
“Desde el levantamiento de 2022 en Irán, la República Islámica ha intensificado su represión, especialmente contra las mujeres”, añade la Fahandej. “Las mujeres bahá'ís, que ya enfrentan persecución como bahá'ís, incluidas décadas de arrestos arbitrarios, encarcelamientos, denegación de educación y empleo en el sector público, así como otras presiones, se ven aún más afectadas por políticas discriminatorias que las atacan por su género y su fe. Y la condena de estas 10 mujeres más a prisión, solo por sus creencias, demuestra claramente la urgente realidad de las preocupaciones expresadas por los expertos de la ONU”.
"Estos 18 expertos de la ONU, cada uno representando la conciencia colectiva de la humanidad en áreas específicas, han hecho un llamamiento conjunto al gobierno iraní a que ponga fin a sus abusos contra las mujeres bahá'ís y, de hecho, contra todos los bahá'ís. Esta acción excepcional es una potente señal para las autoridades iraníes de que ya no pueden ocultar sus despreciables acciones contra los bahá'ís detrás del velo de la propaganda de odio y desinformación sobre la comunidad. Hoy se ha vuelto evidente para la comunidad global que los bahá'ís en Irán son perseguidos por una sola razón: sus creencias", expresa Simin Fahandej, quien añade que esta declaración “es un testimonio de esta realidad".
Los expertos de la ONU instan al gobierno iraní a liberar sin demora a estas mujeres, proporcionar atención médica completa e inmediata a los prisioneros y establecer mecanismos para exigir responsabilidades a los perpetradores de violaciones de derechos humanos contra las mujeres bahá'ís.
Los expertos también expresaron su "profunda preocupación por la continua criminalización, por parte de las autoridades iraníes, de la libertad de religión o creencias, la libertad de opinión y expresión, y el derecho de participar en la vida cultural de los miembros de la minoría religiosa bahá'í".
"La naturaleza sistemática de estas violaciones representa un patrón continuo de discriminación selectiva y persecución de esta comunidad y sus miembros, basado en su afiliación e identidad religiosa", añadieron los expertos de la ONU. "También nos preocupa que este grupo de individuos enfrentan persecución multidimensional: como mujeres y como miembros de la minoría religiosa bahá'í. Además, expresamos nuestra preocupación por el notable efecto amedrentador que las denuncias descritas tienen sobre otros miembros de la minoría religiosa bahá'í y el ejercicio de sus derechos humanos y libertades".
Esta intervención histórica llega después de dos informes de la Misión de Investigación de la ONU sobre Irán, establecida para investigar violaciones de derechos humanos contra los bahá'ís tras el levantamiento de 2022. Los informes detallan ampliamente el impacto de la represión gubernamental sobre las mujeres bahá'ís y la comunidad bahá'í en general. Los informes describieron a los bahá'ís como "la minoría religiosa más perseguida en la República Islámica de Irán" y añadieron que, desde las protestas, ha habido un aumento de los discursos de odio contra los bahá'ís y un incremento de la persecución de mujeres bahá'ís.
Los 45 años de persecución de los bahá'ís por parte de la República Islámica de Irán también fueron detallados en un informe de abril de 2024 de Human Rights Watch, titulado La Bota en mi Cuello, que determinó que el trato a los bahá'ís por parte del gobierno iraní constituye el crimen de lesa humanidad por persecución.
Las mujeres bahá'ís están expuestas a las mismas presiones que todas las mujeres en Irán, pero además sufren la denegación de acceso a la educación y al empleo público, y son arrestadas y encarceladas por adherirse a la fe bahá'í.
"Ningún ser humano debería ser jamás objeto de persecución por su género, creencias, raza o etnia", defiende Fahandej. "Empoderar a las mujeres hace que una sociedad sea más pacífica, estable y próspera”.