El pasado domingo 20 de octubre, se celebró una nueva manifestación, promovida por los noistas, ahora disfrazados de turismofóbicos, ¡bien les gusta cambiar de disfraz!, bajo el lema “Canarias no se vende, se ama y se defiende”. Ahora nos han salido sentimentalistas, es normal, tienen su corazoncito.
La asistencia fue clara y manifiestamente menor que la primera que celebraron hace un tiempo, por lo que parece que el globo se les pinchó. Los ciudadanos les han dado la espalda, como hicieron ya en las últimas elecciones Autonómicas y Locales, donde fueron expulsados, por la fuerza de los votos, de las distintas instituciones, Parlamento, Cabildo y Ayuntamientos.
El motivo de salir a la calle y sobre todo las formas, no fueron las más decentes, todo lo contrario, un verdadero desvarío, que ha provocado la repulsa casi unánime de casi todos y todas, lenguaje que los lleva a la sublimación total.
Según se cuenta, están desconcertados, buscando culpables del rechazo recibido y enfrentándose a sangre descubierta, más que nunca, que es casi siempre, entre los múltiples grupitos que conforman esa maraña noista. Lo que si creemos que tienen claro es que la próxima manifestación que tenían previsto convocar para el mes de abril del próximo año 2025, se lo pensarán más de dos veces. Por favor, no sigan haciendo daño a Canarias
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