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El fondo marino, sin recorrer veinte mil leguas

Por José Luis Azzollini García
lunes 14 de octubre de 2024, 10:53h

La frase de que el Turismo no solo vive de sol y playa, suele ser usada por quienes no entienden mucho del negocio o sobre todo por quienes pretenden llenar la cantidad de hoteles que se ha permitido construir con un tipo de turista que venga buscando la cultura y la vida en la naturaleza. Está bien que haya gente interesada en promocionar los eventos culturales como un captador más de turismo, pero no deberíamos engañarnos mucho, pensando que eso fuera suficiente y que, al astro sol y al dios de los océanos, se les podría dejar de lado en todo lo que sea ponerlos a promocionar nuestras bondades para llenar las camitas. ¡Cama que no lleno hoy, no llenaré mañana!

Por esta razón, cuando leo proyectos como al que he tenido la ocasión de tener acceso y conocimiento, se me llenan las neuronas de frescura empresarial. Hace tiempo una empresa de fuera de las islas -las ideas impresionantes, suelen venir de fuera- comenzó a trabajar sobre un proyecto defendido en su misión gerencial y representativo por un abogado del terruño que entiende, sabe y domina todo lo que tenga que ver con Urbanismo, con Turismo y con la Administración. Mi gran amigo y compadre, Fernando Senante Mascareño, lidera un proyecto de una envergadura tal, que su finalización traerá a nuestra isla de Tenerife, todo aquello que se demanda por partidarios y no tan partidarios del sector turístico.

Al Proyecto se le da nombre de un parque lúdico al uso; aunque cuando se escarba un poco entre su páginas, se descubre que la cosa es mucho más profunda y la posibilidad de explotación turística podría darle el soporte suficiente como para que todo ese tinglado se autofinancie. El parque temático Underwater Garden, nos traerá una visión del fondo marino de una zona acotada de la costa de Guía de Isora.

De momento está en fase -bastante avanzada- de todo un amasijo de papeles y burocracia en la que está nadando el Licenciado mencionado junto a su equipo y en estrecha comunicación con el grupo redactor y la propiedad de esta acción empresarial. Cuando toda esta parte se dé por concluida, comenzará la construcción y en un futuro, que espero no sea muy lejano, tendremos la oportunidad de sumergirnos en el mar de una forma organizada y sobre todo segura, aunque no sepamos nadar ni bucear. ¿No es una genialidad?

Al escritor Julio Verne, ya se le ocurrió semejante genialidad cuando nos llevó a su mundo submarino y pudimos, imaginar primero y contemplar después -cuando su libro fue llevado al cine- a animales marinos espectaculares y algunas veces hasta dantescos. En cuanto este gran proyecto se dé por terminado, los canarios y quienes nos visiten, podremos tener esa misma visión pero en aguas de Tenerife, donde la vida marina fluye de una forma más pacífica. Veremos peces, sin duda, pero también flora de esas profundidades. Y, por si fuera poco, se nos dará una lección sobre biología marina que, con toda seguridad, atraerá a científicos de primer orden mundial. Esta podría ser una de esas veces en la que se estará dando cumplimiento al deseo que expresé al principio sobre el promocionar la isla de Tenerife en otros aspectos distintos al normalmente establecido de sol y playa. Este caso como cabría suponer, también conllevará algo de construcción en tierra, pero muy lejos de lo que se nos tiene acostumbrados, en esta ocasión no habrá promociones hoteleras de nueva creación, ni campos de golf que sigan siendo la antesala para la construcción de importantes y lujosas urbanizaciones residenciales. No, esto es mucho más sencillo que todo eso. Estamos ante un proyecto de un gran calado científico donde su forma de financiación se hará a través de las visitas al parque temático que los apadrina.

En Canarias, ya tenemos experiencia muy parecida a este tipo de acción constructiva. El complejo lúdico-científico que se ubica en el norte de Tenerife, nos deja claro que se puede compaginar lo uno y lo otro y sin embargo subsistir sin dañar el espacio donde se ha ido construyendo todo su recinto. Ver orcas, delfines, osos, y mucha variedad de aves, hoy en día es posible si nos dirigimos a la ciudad turística del Puerto de La Cruz. Pero por mucho que la institución empresarial que lo muestra al público sea criticada por mantener a animales en cautividad, lo cierto es que en todo ese complejo -si la información que nos llega no está contaminada- también actúa un grupo de personas que dedican su tiempo y esfuerzo a la investigación. Todo ello, bajo el paraguas de una Fundación. Desde esas instituciones se deja claro que Turismo e investigación hacen buenas migas. Tanto se demuestra que el Puerto de La Cruz, se hubiera convertido en una ciudad casi dormitorio si no fuera por el empuje que le da el tener entre su oferta este tipo de instalaciones. El Turismo que se aloja en sus hoteles, visitará el recinto para disfrutar del espectáculo con animales, pero con esa visita estará contribuyendo a que otro equipo que también trabaja allí, pero con bata, lleve a cabo una labor bien distinta a la que el turismo percibe y tiene incluido en su ticket de entrada.

Eso mismo, lo tendremos en el sur de Tenerife, cuando el proyecto que ahora entra en el Cabildo para su análisis medioambiental, se culmine y abra sus puertas al público y también a ese otro grupo que seguramente aportará al mundo otros análisis del mundo submarino de Canarias en general y de Tenerife en particular.

Créanme que esta construcción hubiera sido presentada por mi parte como una aberración más de la especulación turístico-inmobiliaria, si en lugar de lo que se pretende, se nos hubiese hablado de un complejo turístico con la posibilidad de ver el mundo marino a través de una piscina con paredes y fondo acristalado. Tengan por seguro que, si como ocurre unos kilómetros antes de llegar a esta costa de Guía de Isora, se pretendiera instalar en ese lugar, otra “cunita” para que unas personas que nada o poco tienen que ver con Tenerife, montasen su chiringuito inmobiliario, éste que suscribe, estaría enfrentado -ver “mientras se habla de cunas, el turismo languidece”, artículo publicado el 14/11/2022, en www.canariasdiario.com”-. No podemos aceptar lo que ya se está demostrando que es inaceptable. El crecimiento de las camas turísticas o residenciales turísticas, ha de ir frenando y crecer solo y únicamente en los solares -ya lo he comentado en varias ocasiones-que dejen los edificios que hayan de ser demolidos por su obsolescencia.

Por esa razón, cuando aparece en el horizonte, algo del calado que este otro grupo empresarial foráneo, nos trae, no se debería dejar pasar el tren. Suelo poner en duda cualquier tipo de proyecto que venga envuelto en un papel de regalo con motivos alegóricos al respeto y cuidado medioambiental. En este caso y estando, como cabeza visible, mi buen y apreciado amigo Nando, sé que no deberé poner en entredicho la bondad del proyecto que él representa. Así que enhorabuena y a modo de película del pasado…: “bienvenido Mr. Nemo”.

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