La expresión "cuadratura del círculo" se refiere coloquialmente a la idea de lograr algo imposible o extremadamente difícil. Parece ser que sí.
En cualquier caso, el anterior entrecomillado y el siguiente, resultarían válidos para el tema que nos ocupa.
Según este Medio, el clamor de unas 57.000 almas, según la Delegación de Gobierno, se han manifestado bajo la reivindicación de “Canarias tiene un límite”.
Tal número no se echa a la calle en varias ciudades a la vez, sino es por motivos considerados de importancia.
Se trata pues, de formular reflexiones dirigidas a los responsables de Turismo en las Islas, tanto directos como indirectos.
Si se optó en su momento, es decir mucho tiempo atrás, por un Turismo de Masas que implicaba una combinación de factores económicos, sociales y tecnológicos, los cuales supusieron impactos negativos, produciendo elementos como la congestión, la degradación ambiental, la pérdida de autenticidad cultural y la presión sobre los recursos, como si de piezas de un “puzle” se trataran, sin encontrar un equilibrio entre la promoción del turismo y la preservación de los destinos y comunidades que lo conviertan en posible y sostenible. Todo a cambio de un éxito fácil, sin percatarnos del mañana. Aún continúa ocurriendo.
Existían razones al tratarse Canarias conocida por su belleza natural, clima agradable y atractivos turísticos, lo que la convertía en un destino muy popular y hasta seductor para los gobiernos peninsular/insular ante una supuesta potenciación, “también sin límites”.
Sin embargo, este éxito turístico también podía traer consigo problemas como la famosa frase: “morir de éxito” con saturación de ciertas áreas, la degradación ambiental y cultural, y la dependencia excesiva de una única industria: el Turismo.
Muchos responsables de tal situación manifestarán que estamos todavía a tiempoPrincipio del formulario de equilibrar el desarrollo turístico con la preservación del medio ambiente, garantizar un turismo sostenible y de calidad, gestionar el flujo turístico para evitar la saturación de ciertas zonas, y promover la diversidad cultural y el respeto por las comunidades locales, sacando del cajón de algún despacho, alguna idea para conciliar diferentes aspectos que parecen contradictorios o difíciles de armonizar. Un servidor dudaría y seguro, no lo vería.
Parecería que hemos confiado antaño en el diseño de un modelo de éxito fácil, basado en las Mejoras del Transporte; Desarrollo Económico Exprés; Globalización, y, sobre todo, el cambio de vida.
Para colmo, no se dispone de la suficiente infraestructura para acoger a la inmigración.
Por lo tanto, el camino es duro y largo, siendo necesario encontrar formas de promover el desarrollo turístico de manera sostenible, diversificar la oferta turística para reducir la presión sobre ciertas zonas, proteger y preservar el entorno natural y cultural, y garantizar que los beneficios del turismo se distribuyan equitativamente entre la población local. Una especie de ruleta.