El Gobierno español ofreció ya en abril del pasado año a Maó como “puerto con autorización diplomática permanente” para la ‘Operación Sea Guardian’. De esta manera, los buques militares que forman parte del ooperativo podrán acceder a las instalaciones del puerto militar sin necesidad de pedir permiso especial para ello, ya que entrarán como si fueran buques españoles.
En el puerto, los participantes en la operación, que tiene un coste anual superior a los 27 millones de euros, podrán utilizar todos los recursos logísticos, desde los depósitos de combustible y de recursos hídricos, hasta los túneles subterráneos de que dispone.
Menorca ha sido en los últimos años escenario de varios ejercicios navales de la OTAN con la participación de fuerzas navales de todos los países miembros de esta alianza militar, llegando a movilizar hasta un millar de militares de 24 estados diferentes y numerosos buques.
El País recuerda que las Fuerzas Armadas españolas, que llevan dos décadas colaborando en ‘Sea Guardian‘, prevén aportar en 2024 a la operación un submarino, un avión de vigilancia marítima, una fragata, un buque de aprovisionamiento y un patrullero, además de personal especializado.