El número de muertos en el ataque a la sala de conciertos en Moscú ha aumentado a 133, con 140 personas heridas. Las operaciones de búsqueda y rescate continúan, y se han detenido a once personas presuntamente vinculadas al atentado. Las labores de desescombro durarán varios días más
Según el último balance publicado por el Comité de Investigación de Rusia, el número de fallecidos en el ataque del viernes contra la sala de conciertos Crocus City Hall en Moscú se ha elevado a 133. Los servicios de Emergencia continúan extrayendo cuerpos sin vida de entre los escombros del recinto, que fue incendiado por los atacantes. Además, como consecuencia del atentado, se han atendido a 140 personas por los servicios médicos.
Según el mensaje publicado en su cuenta de Telegram, el comité informa que el número de muertos como resultado del ataque terrorista ha aumentado a 133 personas durante la limpieza de los escombros en la sala de conciertos Crocus City Hall. Las operaciones de búsqueda siguen en curso.
105 de los 140 heridos continúan hospitalizados, mientras que 32 están recibiendo atención ambulatoria. Durante la noche pasada, cuarenta personas tuvieron que ser operadas de urgencia. En las últimas horas, ocho heridos han sido dados de alta.
Durante las últimas horas, se han encontrado 20 víctimas bajo los restos del techo colapsado, según la agencia investigadora. En otro comunicado previo publicado en este servicio de mensajería, se atribuyeron los fallecimientos a las heridas de bala causadas por los responsables del ataque y a la asfixia provocada por el incendio en la sala durante el atentado.
El ataque terrorista del viernes en el pabellón se convierte en el peor atentado en la Rusia contemporánea, superando la crisis del secuestro de los asistentes del teatro Dubrovka en 2002 por separatistas chechenos. Esta tragedia resultó en la muerte de 132 rehenes después de una intervención contundente por parte de las fuerzas de seguridad rusas.
Durante el sábado, las fuerzas de seguridad continuarán inspeccionando el recinto y confiscando pruebas materiales, así como analizando las grabaciones de las cámaras de circuito cerrado de televisión que registraron el tiroteo, una vez que las llamas hayan sido apagadas.
Durante el atentado, "un líquido inflamable fue empleado por los atacantes para incendiar el local de la sala de conciertos", mientras que las armas automáticas con las que disparaban a los espectadores fueron "descubiertas e incautadas por los investigadores", según ha confirmado la agencia. Como resultado de las llamas, una parte del techo del recinto colapsó.
Este sábado, se ha anunciado la detención de once personas presuntamente vinculadas al atentado -- reivindicado en principio por Estado Islámico -- por parte del Servicio de Seguridad Federal de Rusia, el FSB. Entre los detenidos se encuentran cuatro supuestos responsables directos del ataque.
Luego de varias horas recorriendo la zona del atentado, el gobernador de la región de Moscú, Andrei Vorobiov, ha comparecido ante los medios para manifestar su preocupación por el posible incremento significativo en el número de víctimas en las próximas horas a medida que avanza el proceso de remoción de escombros.
"La sala principal de conciertos del pabellón está completamente incinerada", ha indicado el responsable regional. Además, los especialistas de rescate han tenido que realizar "tareas de reconocimiento debido al peligro de derrumbe del techo restante".
Tras visitar un centro de atención levantado esta madrugada para atender a los supervivientes y a sus familiares, Vorobiov ha indicado que la situación actual es sumamente complicada. Mientras tanto, más de 700 efectivos, distribuidos en 213 equipos, continúan con las labores de búsqueda y rescate.
Se ha confirmado por Vorobiov que ya se han identificado a 50 de las víctimas mortales del atentado. Por otro lado, el Ministerio de Situaciones de Emergencia ha publicado un listado oficial con los nombres de 29 de los fallecidos, entre ellos 16 mujeres y 13 hombres.
En respuesta al atentado, unas 3.000 personas se han ofrecido como donantes de sangre en la región de Moscú, según informaron las autoridades de la región de Moscú.
Vorobiov ha explicado que las labores de desescombro durarán varios días más. "Hay un nuevo inconveniente, que es difícil demoler el muro. En camino hay equipo pequeño que permitirá abrir paso a los rescatistas para que puedan seguir con los trabajos de búsqueda", ha explicado en Telegram.