www.canariasdiario.com

Salvar el matrimonio Sánchez

miércoles 20 de marzo de 2024, 12:33h

El bochornoso espectáculo ofrecido por los corifeos de Pedro Sánchez a cuenta de las supuestas irregularidades fiscales de la pareja sentimental de Isabel Díaz Ayuso, en todo caso cometidas antes de conocer a la presidenta de la comunidad de Madrid, resulta tan absolutamente desproporcionado -incluso para monaguillos tan devotos como Félix Bolaños y María Jesús Montero- que parece evidente para cualquier observador de mediana inteligencia que lo que se trata de ocultar tras esta gigantesca cortina de humo es mucho más grave de lo que en principio se pensaba.

La tesis general de la opinión no apesebrada en el sanchismo ha sido siempre la de que Sánchez es un personaje narcisista y amoral que es capaz de sacrificar lo que sea para salvar sus posaderas y el sillón presidencial que las sustenta. Sin embargo, el primer indicio de que algo no cuadraba en esta hipótesis personalista fue el enmarañado y nunca explicado asunto del radical cambio de política exterior con relación a Marruecos y el Sáhara Occidental, puesto que, en principio, esta traición a la posición de España respecto a sus exterritorios africanos y a su población, no parecía guardar vínculo alguno con la conservación de la cátedra monclovita. Eso, hasta que comenzaron a circular rumores insistentes de que los servicios secretos alauitas habían interferido conversaciones comprometidas del entorno de Sánchez, de ignorado contenido, que habrían convencido a éste de que lo mejor sería ceder a las exigencias territoriales de Mohamed VI por la vía rápida.

Pero, con las últimas informaciones conocidas, va tomando cuerpo la idea de que todos estos vaivenes del sanchismo -conducentes, finalmente, a vender primero el Sáhara y luego toda España, si es preciso, para proteger esos intereses tan poco claros del presidente- pueden no buscar tanto la perpetuación del césar, sino un fin tan romántico y desprendido como el de salvar el matrimonio Sánchez-Gómez.

A falta de mayor concreción, las presuntas actividades poco edificantes de Begoña Gómez aparecen relacionadas, en un triángulo cada vez más visible, con el rescate de la compañía Air Europa -todavía en manos de la familia Hidalgo- y con nuestro vecino del Sur. Todo ello, aderezado con el apestoso asunto de las mascarillas que cubrió de gloria a nuestra expresidenta Francina Armengol y la transformó en un cadáver político.

Aún estamos en una fase preliminar de unas investigaciones entorpecidas por el poder central y por sus resortes -la utilización de la Fiscalía General del Estado por el Gobierno nos aproxima cada vez más a Venezuela-, de manera que es pronto para aventurar si se logrará desenmarañar totalmente esta madeja, pero ninguna gran mentira consigue perpetuarse eternamente.

Y si, al final, resulta que Sánchez es solo un amante apasionado. Menudo chasco.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios