Grecia combate por undécimo día el que ya se ha catalogado como el peor incendio jamás registrado en la Unión Europea y que ha dejado imágenes devastadoras de decenas de viviendas destruidas y 21.000 personas evacuadas. Casi 90.000 hectáreas han sido quemadas, y los dos principales focos del incendio se encuentran en el noreste, en Ródope, y en Evros, especialmente en el bosque de Dadia, cerca de la frontera con Turquía, donde al menos 20 personas han muerto a causa de los incendios. Eran migrantes que se escondían de las autoridades en los bosques y cuyos cuerpos, incluyendo los de dos niños, fueron encontrados carbonizados diez días después.
El fuego no da tregua y la situación empeora día tras día, a pesar de que hay más de 600 bomberos de diferentes países europeos, con decenas de aviones y helicópeteros. El fuego empezó alrededor de la ciudad de Alexándropolis, capital de Evros, y se propagó rápidamente a causa del viento y el calor. Ante ello, y aunque no está siendo suficiente, Bruselas ha puesto en marcha la mayor operación áerea de extinción de la historia.
Copernicus, el programa de la Unión Europea de observación y monitorización de la Tierra, ha calificado el incendio forestal como el más grande de la historia de la UE (desde el 2000 que empezaron a registrarse estos datos).
Protección Civil de la UE ha desplegado doce aviones, dos de ellos desde España, un helicóptero, 62 vehículos y 407 bomberos desde diez países comunitarios como Alemania, Suecia, Croacia, Chipre o República Checa.
En lo que llevamos de año en Grecia ya se han quemado 150.000 hectáreas. En julio, debido a una ola de calor de hasta 45 grados, provocó también incendios en la isla de Rodas con consecuencias catastróficas.