Las elecciones generales de este domingo dibujan un endiablado panorama de cara al establecimiento de un necesario pacto de investidura. Por un lado, el PP, como partido vencedor, se enfrenta a grandes dificultades de cara a conformar una mayoría que permita a Feijóo ser investido presidente. Por otro lado, la alternativa encabezada por el PSOE tampoco se presenta clara y deja la conformación de una mayoría de investidura en manos de los socios minoritarios de Pedro Sánchez, que deberían recurrir a los independentistas de Junts per Cat, del fugado Carles Puigdemont.
Tras conocerse los resultados, el fantasma de una repetición electoral ha empezado a sobrevolar las sedes de los partidos. A cinco escaños de la mayoría absoluta se encuentran los 171 diputados que suma el bloque de la derecha: el PP cuenta con sus 136 escaños, a los cuales se sumarían los 33 de Vox, partido que sufre un duro desgaste en los comicios. Además, para conformar este bloque se sumarían el diputado de UPN y otro de Coalición Canaria que gobierna en Canarias con el PP.
Con los números en la mano, el PNV podría facilitar esos cinco, pero ha quedado claro que este partido nunca se avendrá a apoyar un acuerdo en el que intervenga Vox. Por lo tanto, en principio, Alberto Núñez Feijóo carece de los apoyos suficientes para llegar a la Moncloa, aunque haya expresado su intención de intentarlo.
En el otro extremo, también podría intentar una investidura el presidente en funciones, Pedro Sánchez, con la ayuda de quienes ya le respaldaron para llevarle en 2019 a la jefatura del Gobierno. En todo caso, con 172 diputados, las cuentas tampoco le salen al PSOE. A sus 122 diputados -que son dos más de los que obtuvo hace cuatro años- se suman los 31 que aporta la coalición Sumar, de Yolanda Díaz. Además, se pueden añadir los siete diputados de ERC, los seis de EH Bildu, cinco del PNV y uno del BNG.
Con esta suma, y a falta de una mayoría suficiente, la única opción que podría facilitarle los cuatro votos que le faltan a Sánchez es Junts per Catalunya, con siete escaños logrados en estos comicios; sin embargo, parece poco probable que el partido del prófugo Carles Puigdemont vote a favor de un presidente que apoyó la aplicación del artículo 155 en Cataluña. Su cabeza de lista, Miriam Nogueras, ya ha anunciado que no harán presidente a Sánchez "a cambio de nada".
En caso de que el vencedor de las elecciones, Alberto Núñez Feijóo, no logre ser investido y Sánchez sea propuesto por Felipe VI como candidato opcional, surge la pregunta sobre si alguien se abstendría para facilitar que haya más votos a favor que en contra en el incierto tablero parlamentario, es decir, uno más que los 171 reunidos en torno al PP. Serían los diputados independentistas catalanes de JxCat los únicos que podrían hacerlo, por activa votando a favor o por pasiva, absteniéndose en una segunda votación y previa presentación de una factura de elevado coste político. De no ser así, los españoles volverán a votar dentro de unos meses.