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"El éxito de la medicina está en la prevención"

jueves 12 de marzo de 2015, 16:47h
fmontesdeocaFrancisco Montes de Oca es especialista en Obstetricia y Ginecología, y el primer médico en España acreditado por el Instituto de Rejuvenecimiento Vaginal con Láser de Los Ángeles. Además, ha publicado numerosos artículos en revistas especializadas.

En mayo de 2008 crea el centro Ginefem, "un centro integral para mujeres donde pudiéramos ofrecerles un trato personalizado y de calidad que es difícil mantener en un centro grande, donde hay una gran demanda y una gran presión asistencial", según sus propias palabras.

Su idea: crear un concepto que no existía en aquel momento en Tenerife, que atendiera todas las necesidades de la mujer en los constantes cambios que vive a lo largo de su vida.

¿Por qué ginecólogo?

Estaba predestinado (ríe). Mi padre también lo era y yo soy la cuarta generación de médicos. Mi padre, aun así, me intento convencer para que hiciese otra cosa. No sé si era su estrategia para que fuese en su contra y lo estudiase (ríe). Pero yo lo tenía claro y entré en Medicina, aunque al principio quería ser cirujano plástico o maxilofacial.

¿Qué le llevó a querer formarse en Estados Unidos?

Como todo en Medicina, la necesidad de ofrecer el mejor tratamiento posible. Siempre te fijas unos objetivos en consonancia con lo que demandan los pacientes. Hace años empezó a surgir todo esto de la cosmética ginecológica, y durante la carrera no había una formación especifica, era un tema novedoso. Por ello busqué el mejor sitio donde estudiar estas nuevas técnicas y me fui a California. Lo mismo que haría si ahora surgiese una nueva técnica de vanguardia. Siempre hay que seguir formándose, si no empieza la decadencia del médico.

Habrá visto también el filón económico de esta nueva rama...

No fue nada económico, en la época no sabía si aquí funcionaría bien o no. Pero si existe una demanda, por pequeña que sea, tienes que poder satisfacerla, y no decirle a tus pacientes “no mire, yo de eso no controlo”, o “déjese de tonterías”, una respuesta que hace 20 años muchos hubiesen dado a aquellas que se atreviesen a preguntar. Yo tengo que ofrecer soluciones a los problemas, y para ello debía formarme.

¿En qué benefician las nuevas técnicas la rejuvenecimiento vaginal?

La cuestión es que antes no se hacía. Antes del desarrollo de la ginecología cosmética, el objetivo era reparar una situación, no mejorarla. Ha habido muchos avances. Por ejemple el láser, aunque podría hacerse sin él, pero causa mucho menos riesgo de hemorragia y la cicatriz va a dar menos problemas porque la sutura es mínima. Antes, por ejemplo, para prevenir el prolapso, una de las técnicas que se usaban era cerrar, prácticamente, la vagina. Si era una señora mayor se daba por hecho que no tendría problemas, pero hoy en día las señoras mayores también tienen relaciones sexuales. Ahora el resultado no puede ser sólo efectivo, también funcional.

¿Qué importancia tiene el postoperatorio tras este tipo de intervenciones?

Muchísima. A veces se utilizan mallas pero otras sólo se están las suturas, por lo que si en los primeros días, semanas o incluso el primer mes, se realiza un esfuerzo inapropiado, habría riesgo de lesión de la cicatriz y una posible apertura. A veces ocurre inevitablemente, casi un 24% de las veces, un porcentaje demasiado alto, aunque mucho va a depender de la vida que lleve la paciente.

¿Qué le dice a las mujeres cuando entran en su consulta?

He de decir que nosotros no sugerimos ningún tratamiento de ginecología cosmética, todo lo contrario. Cuando la paciente siente que tiene un problema, lo transmite y yo le ofrezco posibilidades en función de su caso. Todo consiste en poner solución a los problemas, y no crear problemas donde no los hay.

¿Cómo consigue que las mujeres se sientan cómodas en una situación a priori tan chocante?

Con seriedad y profesionalidad. Todos los días llega alguien que te dice que le da un montón de corte, es el pan nuestro de cada día. Es normal, ahí entra tu manera de ser o tu profesionalidad para intentar convertir algo que puede resultar desagradable en algo normal y, no voy a decir agradable, pero llevadero.

Las mujeres también se sienten más cómodas con la enfermera aquí acompaña en las exploraciones, independientemente de que sea un ginecólogo hombre o mujer. A mí me facilita la exploración y pienso que siempre debería ser así, aunque en algunos países lo ven extrañísimo.

¿Ha acudido alguna paciente a su consulta más por moda o capricho?

Yo creo que ninguna. Es más, casi siempre intentan justificar el motivo por el que hacen esto, y para nada deben hacerlo. Si tiene un problema y yo lo puedo solucionar, no hay más justificación. No percibo frivolidad a la hora de acercarse a estas intervenciones, por norma general supone más un problema a la hora de compartirlo por vergüenza.

¿Pero diría que se ha puesto de moda, en cierto sentido?

Lo que ocurre es que antes las mujeres no se exploraban, incluso mantenían relaciones con la ropa puesta. Además, culturalmente, las mujeres casi tenían prohibido disfrutar del sexo. Con el cambio de mentalidad, también estético, la mujer se depila, va al gimnasio, se desnuda delante de otras mujeres, tiene acceso a la pornografía y puede comparar. Se crea así un estereotipo sobre qué es lo normal, y muchas no se encuentran satisfechas porque no están dentro de lo que consideran normal.

Por otro lado, a nivel fisiológico, hay pacientes que tienen relaciones satisfactorias, pero tras un parto difícil, las relaciones sexuales pueden no ser igual de buenas. Hablamos quizás de una mujer de unos 30 años que disfrutaba mucho del sexo y ahora no siente nada. Por suerte, hoy tiene todo a su favor para conseguir que eso vuelva a ser así, algo impensable hace no mucho.

¿Qué importancia tiene lo psicológico en estas intervenciones? ¿Es uno de los motivos por lo que también ha incorporado este servicio a su clínica?

No cabe duda de que las mujeres experimentan muchos cambios drásticos a lo largo de su vida, y muchas veces nosotros hacemos de psicólogos, se establece cierta intimidad y ellas nos transmiten muchas cosas. Lo fisiológico también afecta (menopausia, no tener hijos o una mala experiencia sexual). Por ello, cuando nace este centro de atención integral, este servicio se hacía completamente necesario.

Por lo mismo tenemos una nutricionista en el equipo, porque ya sea por la menopausia, el embarazo o por trastornos alimentarios, son muchos los problemas relacionados en los que ayuda tener una nutricionista acostumbrada a lidiar con estas situaciones. O una fisioterapeuta especializada en el suelo pélvico, porque sabemos de los problemas que tienen las mujeres después de un parto traumático o por la calidad genética de sus tejidos. El éxito de la medicina está en la prevención, y ésta también es una idea que fundamenta Ginefem.

También tienen servicio oncológico. ¿Qué tipo de cáncer ginecológico es el más peligroso?

Por suerte el índice de supervivencia es mucho mayor de lo que era hace 20 años. Lo que marca la diferencia es el diagnostico precoz. Con cualquier tipo. El cáncer de ovario es el más traicionero, con el que más dificultad nos encontramos para diagnosticar. El del cuello se vigila con una prueba muy sencilla, e incluso ya hay una vacuna contra este tipo, por lo que quizás en poco tiempo habremos casi erradicado el segundo cáncer que más mujeres jóvenes mata.

 ¿Es posible que haya mujeres que no detecten un problema potencial?

Hay veces que muchas personas niegan cosas que son evidentes, una mujer con un bulto de 5 cm en el pecho que sabes que tiene que haber notado. Pero niegan la evidencia, no lo ven. Hay mujeres menopaúsicas que sangran desde hace tiempo y se lo callan, y quizás tiene un cáncer de endometrio muy desarrollado. La negativa a la evidencia sí existe.

¿Entiende la controversia por la reconstrucción del himen?

No creo que exista. Hace 35 años la mayoría de las parejas presuponían que lo normal era llegar virgen al matrimonio. Y hay culturas en las que el himen intacto es muy importante. A quienes he operado han nacido aquí, con una vida completamente occidental, cuyos padres no compartían tienen sus creencias. Para ellos que sus hijas llegaran vírgenes al matrimonio era fundamental, y lo hicieron para no defraudar a sus padres. Me parece muy respetable e imagino que las hijas de estas chicas no tendrán que hacerlo.

¿Qué consejo daría a las mujeres que lean esta entrevista?

Que el éxito de la medicina occidental se basa en dos cosas: las vacunas y el diagnostico precoz. Casi todo lo que pillamos pronto lo podemos curar. Por ello, la recomendación es acudir regularmente al ginecólogo o a su médico. También para la prevención, porque a lo mejor hay un montón de cosas que no sabía, sobre todo chicas jóvenes, que van bastante despistadas a pesar de que crean que lo controlan todo. Las mujeres después de que vienen una vez no pasa nada, no es una tragedia venir al ginecólogo.
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