La DGT ha acordado exigir un seguro obligatorio a los conductores de patinetes eléctricos. La medida -incluida dentro de la Estrategia de Seguridad Vial 2030- entrará en vigor en unos meses con el objetivo de frenar la siniestralidad de estos vehículos y racionalizar su uso, una vez que se han comprobado el alto índice de accidentes y la falta de cumplimiento de las normas de circulación por parte de muchos usuarios.
En el conjunto del país, se ha constatado un preocupante incremento del número de fallecidos por esta causa. En 2021, en España perdieron la vida un total de 13 personas que se habían visto involucradas en siniestros protagonizados por patinetes, en la mayoría de casos por caídas sobre la acera o colisiones con otros vehículos, pero también por atropellos de peatones.
Ahora, alarmado por las cifras, Tráfico quiere aumentar las medidas de control sobre los patinetes. Para ello, sería bueno que sean considerados como vehículos a todos los efectos, lo que implica la contratación de un seguro obligatorio o que se valore la necesidad de que cuenten con una matrícula, como cualquier otro vehículo motorizado.
La idea es que los usuarios tomen conciencia de que no están utilizando un juguete, sino que emplean un vehículo que implica riesgos y exige comportamientos prudentes. Hay que acabar con el incumplimiento generalizado de las normas en el que incurren muchos de sus conductores: ausencia de casco o chalecos reflectores, circulaciones contra dirección, saltarse semáforos o circular por aceras atestadas de peatones, por citar algunas de las infracciones flagrantes más habituales.
Sobre el papel, desde el pasado mes de marzo, el catálogo de sanciones eleva hasta los 1.000 euros las multas para las infracciones más graves, pero es necesario que exista un mayor control para que no prolifere el sentimiento de impunidad que tienen la mayoría de conductores de patinetes eléctricos que circulan por nuestras ciudades. Y si las multas no bastan, que se puedan inmovilizar los vehículos infractores.