Miguel Cabrera Pérez-Camacho nuevo presidente del Real Casino de Tenerife
viernes 02 de febrero de 2018, 01:16h
El miércoles 31 de enero tuvo lugar en el Salón Principal del Real Casino de Tenerife la toma de posesión de Miguel Cabrera Pérez-Camacho como nuevo presidente de la institución y la de su Junta Directiva para regir los destinos de la centenaria entidad santacrucera durante los próximos cuatro años, tras vencer en los comicios celebrados el 11 de octubre.
Tras la aprobación por unanimidad de los presupuestos para el ejercicio 2018, presentados por el nuevo equipo económico, Miguel Cabrera tomó la palabra para explicar las que serán las principales líneas de actuación de su mandato: inversión en seguridad, transparencia en la gestión, mejora de la tesorería y mantenimiento de la actividad cultural.
Agradeció a la Junta Directiva saliente el trabajo desarrollado durante todos estos años y prometió ser el “presidente de todos, de los que me han votado y de los que no, ya que todos importantes y debemos sumar esfuerzos para hacer esta Sociedad cada vez más grande”.
Uno de los momentos más emotivos de su intervención fue el sentido homenaje a los grandes presidentes del Casino, ya fallecidos, y a los que conoció personalmente, como Gumersindo Robayna, Leoncio Oramas, Bernardo Cabrera, Javier de Loño, Luis Claverie, Francisco Montes de Oca y Opelio Rodríguez Peña, con el que desempeñó labores de tesorero. Para todos ellos pidió un sincero aplauso que puso en pie al público asistente.
Continuó su alocución explicando las grandes inversiones que se realizarán en el edificio de forma inmediata: la finalización del Plan de Autoprotección y Emergencias con la construcción de la tercera escalera de evacuación hacia la calle de San José, necesaria para garantizar totalmente la seguridad de las personas que visitan, usan y trabajan en el Casino, así como los depósitos de agua y su conexión a las vías de extinción. Un gran proyecto que, a su vez, será cuidadoso y respetuoso con el edificio de arquitectura racionalista de Miguel Martín Fernández de la Torre, declarado Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento Histórico.
Hizo especial mención a la necesidad de acometer estas importantes obras sin dañar la tesorería de la Sociedad y se comprometió a trabajar denodadamente por conseguir mayores ingresos, a través del alquiler de los locales comerciales o de la exención del IGIC, cuya tramitación fue aprobada por la Asamblea, medidas que permitirán lograr la necesaria estabilidad económica para la consecución de estos grandes proyectos, sin renunciar a la ingente labor cultural heredada de los fundadores de la Sociedad en 1840 y de la que el Casino es depositario.