La célula desarticulada, que se denominaba Fraternidad Islámica para la Predicación de la Yihad, no disponía de la indumentaria con la que vestir a su víctima aunque este plan se deduce de las conversaciones que se les han intervenido. Además, tenían la intención de secuestrar a la directora de una entidad financiera de Catalunya para lograr recursos económicos.
Los presuntos terroristas, que tenían una granada en perfecto estado, armas de fuego y cuchillos de grandes dimensiones, también realizaron visitas y seguimientos para cometer posibles atentados en el Parlamento de Cataluña, las comisarías de los Mossos d’Esquadra de Barcelona y Sabadell y el Hotel Plaza de la capital catalana.