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Llega San Valentín: ¿Sabes qué papel juegan tus hormonas en el amor?

Llega San Valentín: ¿Sabes qué papel juegan tus hormonas en el amor?

martes 13 de febrero de 2024, 18:46h
Todos nuestros sentimientos tienen un lado emocional, pero también una vertiente química ya que, dependiendo del caso, nuestro cuerpo segrega unas u otras sustancias. Y el amor no podía ser menos. Dopamina, feromonas, oxitocina...estas y otras hormonas entran en juego cuando San Valentín hace de las suyas y nos clava irremediablemente sus flechas. Unas toman el relevo a otras en función del momento en que se encuentre la relación

Según explica Cristina Fernández, jefa del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, en Madrid, el enamoramiento es un fenómeno tanto emocional como biológico. “Cuando nos enamoramos, la dopamina, conocida como la hormona del placer, se libera a niveles extraordinarios". Provoca así sensación de euforia y placer, a la vez que "también comparte similitudes sorprendentes con experiencias como los juegos de azar y la consumición de drogas”.

Pero esa explosión química no es lineal a lo largo de todo el enamoramiento sino que varía en función del momento en que se encuentra la relación. Así, según apunta Sanitas, las hormonas cambian desde el primer momento de atracción hasta la superación del desamor.

Cuando surge la atracción, la persona que se siente atraída por otra se guía por las feromonas que percibe en el aire. Se suma además a las hormonas que generan el deseo por la otra persona, como son los estrógenos y la testosterona, y estas, a su vez, se añaden a la adrenalina, 'culpable' de propiciar los primeros acercamientos.

A medida que la relación se profundiza llega una nueva invitada: la dopamina, el neurotransmisor del placer que provoca euforia y un subidón de energía. Y viene también la sensación de caminar a varios centímetros del suelo, causada por la feniletilamina. Esta toma las riendas durante tres o cuatro años, periodo que coincide habitualmente con la fase más apasionada en una relación, y se ve además acompañada de la norepinefrina, que causa nerviosismo, sudoración y esa típica aceleración del corazón.

Ya consolidada, la relación entra en una etapa marcada por el amor y la intimidad, en la que tiene un papel central la oxitocina, especializada en crear lazos emocionales y fortalecer el vínculo emocional. La pasión, por su parte, inicia una época más calmada al verse 'tranquilizada' por la serotonina, caracterizada por generar un estado de ánimo óptimo y una sensación de bienestar.

Para reactivar la pasión, se recomienda mantener relaciones sexuales frecuentes para liberar oxitocina, vasopresina y endorfinas, que fortalecen la conexión emocional.

Pero si la relación ya no puede ser reactivada porque el amor ha llegado a su fin, el cerebro activa las mismas zonas que si la persona hubiera sufrido una caída. Además, pueden aparecer los sentimientos de tristeza derivados de tener niveles bajos de oxitocina y de serotonina.

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