El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha admitido en la noche de este lunes que las rachas de viento de más de 50 km/h en la cumbre de Gran Canaria, donde asola el incendio, no permiten que se de por controlado el fuego tras los trabajos realizados a lo largo de este día tanto por medios aéreos como terrestres.
Torres, en la rueda de prensa nocturna de este lunes para informar de los trabajos que se están desarrollando para extinguir el fuego, ha señalado que en estos momentos "no habría llama, ni humo", si bien con las "rachas de más de 50 km/h se puede reavivar, por eso no se puede decir que esté controlado".
De todos modos, expuso que el perímetro del incendio continúa siendo de unos 23 kilómetros y las hectáreas quemadas pueden estar entre las 1.000, 1.300 ó 1.500 como se dijo en la mañana de este lunes, aunque ha incidido en que el fuego "está contenido en el mismo perímetro".
Hoy se han intensificado los trabajos en los sectores que presentan mayor riesgo, tanto por ser próximos a núcleos de población, como por estar situados junto a áreas arboladas. Aunque no hay llamas, durante la noche se verán muchos puntos rojos porque quedan brasas.
A primera hora de la mañana volverán a estar operativos los once helicópteros, el avión y los dos hidroaviones que han actuado hoy sobre el perímetro.
Las previsiones apuntan a la llegada de una ola de calor y viento sur que no ayudará en la extinción, por lo que hay que ser prudentes. Los vecinos evacuados permanecerán en los albergues y la población de la zona tiene que estar preparada por si hay nuevos desalojos.
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