Cada día se ha ido popularizando más el nombre de la Cábala y si lo ponemos en San Google, nos enseñará que es una filosofía de vida, muy unida al mundo del judaísmo. Para mí, la Cabala fue un antes y un después en mi desarrollo personal. Tras haber practicado y estudiado un sinfín de herramientas, llegué a la Cabala tras una crisis existencial y me abrió una puerta a un mundo, totalmente desconocido para mí.
Muchas personas me preguntan si me he hecho judía para poder desarrollar esta herramienta de crecimiento personal y la verdad es que no es necesario cambiar de religión para poder trabajar con ella.
Dentro de esta filosofía de vida existe lo que se ha llamado “el árbol de la vida”, una herramienta de crecimiento personal que nos ayuda a saber quiénes somos, a conocernos más en profundidad y a saber que caminos deberemos de elegir según nuestra personalidad.
Pero es cierto que, aunque se ha desarrollado mucho en los últimos años, todavía hay mucho que saber sobre ella.
Además, como en muchas otras cosas, no es una filosofía muy trabajada entre las mujeres, aunque cada vez somos más las mujeres cabalistas.
Los dones que por naturaleza solemos desarrollar las mujeres, la intuición, la comunicación y el poder de la empatía, se dan de manera más sencilla en nosotras que en los hombres y por ello esta herramienta es muy buena para trabajarla con las personas.
Es cierto que requiere de mucha práctica y estudio y que se ha desarrollado en su mayoría en un entorno más masculino y muy ligado al judaísmo, pero poco a poco ha salido del mismo y son muchas las escuelas que han comenzado a impartir formaciones para desarrollarla.
Hace unos años se puso muy de moda, gracias a la cantante Madonna, quien nos hablaba de la famosa cabalista y gurú de los famosos, Karen Berg, a quien tuvimos la fortuna de conocer en Mallorca en el 2012. Yo la conocí aquel día y desde entonces algo comenzó a cambiar en mí, hasta que decidí comenzar a estudiarla más de cerca y dedicarme a ayudar a las personas a través de dicha herramienta.
Pero es cierto que no siempre fue así y estuvo prohibida para las mujeres durante 4000 años, hasta que el papel de la mujer comenzó a desarrollarse también en el mundo espiritual y se nos abrieron las puertas indistintamente al sexo que tuviéramos. Karen Berg, tuvo el privilegio de formarse y trabajar con su marido y rabí Rav Berg y hoy en día es una de las más prestigiosas cabalistas del mundo. Ella nos ha abierto el camino a muchas mujeres que tenemos en nuestro destino ayudar a las personas a encontrar su tikún, que no es más que el camino que hemos venido todos a recorrer en este mundo.
Para nosotros todos tenemos en nuestra alma una parte femenina y otra masculina y trabajar con ambas nos ayudará a sentirnos más equilibrados. A veces pensamos que ahora vivimos tiempos difíciles, pero la historia nos hace ver que jamás estuvimos las mujeres mejor de lo que estamos ahora y quiero pensar que gracias a herramientas como estas, cada vez encontraremos más nuestro lugar en este mundo, un mundo creado para el equilibrio y el Amor, independientemente del género, raza o clase social de la que se proceda.