Si hay algo vital en una fábrica es ser capaz de hacer las mediciones pertinentes para que cualquier proceso siga los estándares y replique de forma automatizada la producción que se lleva a cabo en sus líneas
Cualquier sistema que sirva para hacer una medición de nivel permite controlar y monitorizar cada paso del proceso, lo que garantiza no solo la calidad del producto final sino cada uno de los pasos hasta llegar a él.
En la última revolución industrial, que aún ni siquiera se ha terminado, la automatización ha tenido un papel protagonista.
El contar con soluciones como las que proponen empresas del sector como Endress+Hauser que innovan en cada producto que sacan a catálogo para mejorar cualquier proceso industrial, es clave para que la industria se ponga al día y responda a un tipo de consumo y demanda que ha ido cambiando a pasos agigantados en los últimos años.
El hecho de que cada vez sea mucho más técnico y tecnológico el producir los productos gracias a ciertos procesos automatizados ha permitido conjugar a la perfección, según cada sector industrial, la capacidad de controlar la información clave para optimizar la producción, pero también aunar la información técnica y científica que hoy se maneja en cada fábrica.
Solo de esta forma, a través de continuas mediciones, es como se hace una industria competitiva capaz de sacar al mercado productos que puedan ser exportados y utilizados con todas las garantías.
De hecho, España, que ha estado a la cabeza en el proceso de automatización en sus fábricas, prevé para este 2021 ser capaz de incrementar las exportaciones de 2020, cuando, según los datos publicados por Moncloa, casi llegaron a los 240 millones de euros.
A Francia, país vecino, es donde se dirigen las exportaciones en mayor medida, con un índice del 15%. Sin embargo, gracias a los procesos y mediciones instaurados, cada vez se amplía más el abanico de países receptores de productos españoles en los distintos continentes, donde la presencia de producto español se empieza a traducir en una calidad por encima de la media.
Las piezas de automóviles, fármacos, aceite de oliva, vinos e incluso el petróleo refinado son solo algunos de los productos más valorados que salen de la industria de nuestro país hacia el exterior. Teniendo en cuenta este tipo de industria, es necesario dar el valor real que tiene la medición en cualquiera de sus procesos de fábrica.
Gracias a la apuesta de estas industrias por mejorar su producción gracias a la automatización, a la medición, a los controles de calidad y, sobre todo, a la profesionalización, son cada vez más los contratos internacionales que se firman y que incrementan, año tras año, las posibilidades de exportación de nuestro país, que se ha convertido en uno de los referentes a nivel europeo en ciertos productos químicos, farmacéuticos y de ingeniería por encima de las importaciones alimentarias que eran las más cuantiosas en el pasado.