Las manos de febrero
Por
Juan Pedro Rivero González
jueves 06 de febrero de 2020, 05:00h
Febrero es un mes que tiene manos. Si enero comienza con la ilusión de la llegada de los Reyes Magos, y pudiéramos decir que es un mes que tiene corazón, febrero comienza con la campaña anual de Manos Unidas, y también pudiéramos decir, de manera simbólica, que es un mes que tiene manos. Manos unidas que despiertan la conciencia de que la solidaridad va más allá de la puerta del vecino y se extiende hasta aquellos lugares que necesitan la ayuda internacional, la colaboración con proyectos de desarrollo del tercer mundo. Benditas manos las de febrero.
Las manos son nuestra mejor herramienta. Manufacturamos, manipulamos, adiestramos las manos para escribir, para alcanzar, para ayudar y acariciar. Las manos son, sin duda, nuestra mejor herramienta. Estrechamos las manos como señal de saludo. Saludamos con ellas, incluso señalamos y avisamos. Pero son también nuestra peor arma, pues pueden ser dañinas, hirientes, agresivas. Podemos levantar la mano contra otro y atentar, incluso contra su vida.
Podemos separar las manos y engañar, mintiendo. Pero también, y eso es lo mejor, podemos unir nuestras manos a las de otros para sumar, para aunar esfuerzos y empujar la necesidad. Tus manos pueden ser las mías si nuestros corazones se unen en busca del bien y la verdad.
La ONG Manos Unidas lleva más de sesenta años en Canarias realizando una extraordinaria labor de ayuda y servicio al desarrollo global. Una ONG que nace de un grupos de mujeres, que presiden siempre mujeres y que plantean la profunda y verdadera revolución femenina de un mundo herido por el individualismo insolidario. Una ONG que dedica casi la inmensa totalidad de los recursos que obtiene a la ayuda directa y verificable. Porque ser voluntaria de Manos Unidas es un compromiso.
Yo solo no puedo cambiar el mundo. Bastante tengo con intentar cambiarme a mí mismo. Pero si unimos las manos, si sumamos esfuerzos, el cambio empieza a hacerse presente. ¿Por qué no dejar de comer un día, haciendo un ayuno voluntario, y dedicar lo que no has gastado en entregarlo a Manos Unidas? ¿Por qué no?
En cualquier parroquia o colegio de iniciativa religiosa puedes entregar tu colaboración sabiendo que muchos poquitos hacen un mucho inmenso. Entra en la web de Manos Unidas (www.manosunidas.org) y verifica la trasparencia de los proyectos que realiza.
Nuestras manos son nuestra mejor herramienta.
Delegado de Cáritas diocesana de Tenerife
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