Si la úlcera se infecta, casi el 60% de ellas acabará en amputación, siendo Canarias la región con mayor incidencia en España
El 25% de los ingresos hospitalarios de personas que padecen diabetes está relacionado con problemas en el pie, que son el 20% de los costos totales de la diabetes, y se estima que, aproximadamente, el 15% de las personas con diabetes desarrollarán una lesión en la extremidad inferior a lo largo de su enfermedad, lo que se conoce como pie diabético. Si la úlcera se infecta, casi el 60% de ellas acabará en amputación
Este 14 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Diabetes, bajo el lema Diabetes: El personal de Enfermería marca la diferencia. Se trata de una de las enfermedades que sigue siendo la primera causa de amputación no traumática de miembros inferiores en los países occidentales y con una tasa de mortalidad a los 5 años, tras la aparición de una úlcera en pie diabético, de un 50%.
Además se estima que en España la tasa de incidencia de amputación mayor del miembro inferior asociada a la diabetes es de 0,48 por 100.000 habitantes, siendo Canarias la región con la mayor incidencia, situándose en el 0,81 por 100.000 habitantes.
El pie diabético se podría definir como las lesiones aparecidas de tobillo para abajo en las personas con diabetes y siempre asociada a la enfermedad de diabetes de larga evolución, sumado a un deficiente control metabólico; pero cuando las lesiones se complican con infecciones pueden poner en peligro la pierna del paciente.
Complicaciones
Las complicaciones son principalmente la enfermedad arterial periférica, es decir, la obstrucción de las arterias que riegan el pie, y la neuropatía periférica que conlleva el deterioro de la función de los nervios y la pérdida de sensibilidad con lo cual no se sienten estímulos que normalmente producirían dolor. Es importante destacar que ese deterioro de la función nerviosa es irreversible y por tanto no tiene cura.
En la enfermedad arterial periférica se produce una obstrucción de las arterias que van al pie como consecuencia de la arteriosclerosis que puede estar acelerada por la diabetes, por la hipertensión, el tabaco y otros factores de riesgo cardiovascular que hacen que disminuya el flujo de sangre que llega al pie.
En el caso de la neuropatía diabética, el paciente pierde la sensibilidad y por tanto no le da importancia a las heridas que tiene, ya que el principal mecanismo de defensa es el dolor, que no siente.
Cuando se suman ambos factores –la enfermedad arterial periférica y la neuropatía periférica— dan lugar a un pie de altísimo riesgo en el que cualquier lesión puede complicarse y llevar al paciente a una amputación. Según el International Working Group of Diabetic Foot (IWGDF), cada 20 segundos en algún lugar del mundo alguien pierde una pierna debido a las complicaciones de la diabetes.
El Hospital La Paloma cuenta con una Unidad de Pie Diabético que trabaja en la prevención de estas lesiones en el pie, además de realizar un diagnóstico y aplicar un tratamiento agresivo pero mínimamente invasivo para evitar que se agraven las úlceras que se puedan desarrollar.
Diabetes y confinamiento
Respecto a la influencia de la pandemia del Covid-19 en los pacientes que padecen pie diabético, el Dr. Francisco Javier Aragón, jefe de la Unidad de Pie Diabético, explica que si bien no se disponen aún de estadísticas, desde un punto de vista clínico, “lo que se está observando es que los pacientes se presentan con lesiones más avanzadas y complicadas. Esto puede ser debido al miedo a acudir a los centros sanitarios debido a la pandemia y a retrasos en el diagnóstico y tratamiento”.
“El confinamiento también ha dado lugar a una limitación en la movilidad de estos pacientes llevando asociado un aumento de peso y todo ello se traduce en un aumento de las presiones que sufre el pie”, aclara.
No obstante, los especialistas insisten en que la prevención es lo más importante. Para ello es necesario vigilar los niveles de azúcar en sangre, se aconseja la correcta higiene y secado de los pies, el uso de calcetines y calzado cómodo y adecuado, mantener bien hidratados los pies. En caso de lesiones, éstas no se deben manipular, tener cuidado con utensilios como cortaúñas, con las quemaduras, así como con las ampollas o supuración. Lo aconsejable es pedir atención médica, pues una infección que se considere banal en el pie de un diabético puede acarrear graves consecuencias de futuro.
Estas y otras consideraciones se recogen en la guía para el manejo del pie diabético elaborado por el Hospital La Paloma (https://bit.ly/2JYFrVp)