Las dietas del bienestar emocional (1)
jueves 12 de noviembre de 2015, 09:38h
Que nuestra alimentación, así como el estrés metereológico y los cambios estaciónales alteran nuestro estado de ánimo no es ningún secreto, pero se nos olvida a menudo. Confundimos alimentarse con nutrirse bien. Y aquí hay que incluir en primera línea la nutrición emocional y espiritual. ¿Como nos auto nutrimos psicológicamente? .¿ pasaríamos la ITV (inspección de tácticas vitales), emocional?.
Ya sea por dejadez, las prisas o porque nos imponemos dietas para adelgazar que acaban con nuestros nervios, mantenemos hábitos alimenticios que dañan el conjunto de nuestro bienestar emocional. La relación entre comida y felicidad está bien estudiada, que un puñado de cerezas o una buena porción de chocolate “negro” por sus nutrientes, mejoran nuestro bienestar emocional es cosa que sabemos desde hace mucho tiempo.
La alimentación es lo primero en lo que un psiquiatra puede intervenir para mejorar la vida de sus pacientes. La clave para mantener una dieta que nos haga felices reside en priorizar algunos nutrientes con determinadas características que promueven estados de ánimo positivos.
Pero, además, la dieta tiene que ser consecuente con una forma de vida saludable en su conjunto, por ejemplo la actividad física regular ( nordic walking). Que duda cabe que la diva de las dietas del bienestar es la dieta mediterránea y sobre todo el ritual que conlleva una buena comida.
Según el psiquiatra americano Ramsey- en el libro The Happiness Diet - la moderna dieta americana (MAD, también “loco” en inglés), carece de los nutrientes necesarios para el adecuado funcionamiento cerebral. No olvidemos que el cerebro es un cableado químico electrico.
Esta dieta, que se ha globalizado, se caracteriza por un alto contenido en alimentos procesados, azúcares y grasas saturadas.
Este tipo de alimentación no sólo es responsable de la epidemia de obesidad a la que se enfrentan los países desarrollados, además tiene gran parte de culpa en el aumento de la depresión y la ansiedad.
Según de Ramsey, la alimentación es lo primero en lo que un psiquiatra puede intervenir para mejorar la vida de sus pacientes. Asegura que la dieta del bienestar puede ser compatible con la pérdida de peso, pero no debe restringir la ingesta calórica más de la cuenta, pues la sensación de hambre hace a las personas depresivas e irritables.
La buena noticia es que la dieta de la felicidad está formada por alimentos que te gustarán, asegura el psiquiatra estadounidense. Es una dieta basada en vegetales, pero la carne y el pescado son componentes importantes. Y los carbohidratos también tienen cabida.
Pero no hay que confundirse no existen las dietas antidepresivas. Es decir la nutrición, hoy por hoy, no cura una depresion. Para esto tenemos eficaces tratamientos, que controlan más del 80% de las depresiones. Por eso es muy importante buscar ayuda especializada.
Siempre recordando que no hay enfermedades sino enfermos, cada uno con su singularidad biográfica, psicológica y con diferentes contextos psicosociales.
En el próximo articulo describiré los diferentes nutrientes “emocionales”.
No olviden, aun, aquí y ahora en derrota transitoria pero nunca en doma.