Hablar de diferentes tipos de ayudas cuando está cayendo la que está cayendo, puede parecer de desagradecido. Para evitar malentendidos, vaya por delante la gratitud absoluta hacia quien se ha solidarizado con el pueblo palmero. Sin duda, se necesitará de todo lo que sea y muchísimo más, para la rehabilitación de la zona arrasada por el volcán.
Este artículo nada tiene que ver con la ayuda aportada que, repito, es necesaria y bien recibida. Esto, únicamente, pretende ser una llamada de atención a quienes confunden ayudar con beneficiarse de la coyuntura. Tiene que ver con separar el trigo de la paja.
Cuando hablo de ayuda “grano de trigo”, me refiero a esa gran cantidad de acciones y aportaciones que se amparan en el anonimato. La colaboración desinteresada cobra, en estos casos, un valor mucho más grande que la que se esmera en que luzca un logo. Entendiendo obviamente que si una empresa colaboradora -por ejemplo un barco- tiene un logo, no sería correcto quitárselo por colaborar (no he puesto el ejemplo con un banco, porque no he leído u oído nada sobre su participación).
Hemos conocido a esas azafatas que teniendo su origen palmero, no han podido olvidar su cuna -ningún palmero lo hace- y decidieron ponerse manos a la obra recogiendo ropa, primero entre sus allegados y más tarde recogiendo la lluvia de ropa que les llegaba. Iban a aprovechar que una de ellas tenía previsto viajar a su tierra, y pensaron que sus maletas podrían aprovecharse para este menester. Al final la propia compañía para la que trabajan y de la que se sienten orgullosas -todos nos sentimos igual- ha tenido que echarles un cable para hacer hueco en sus bodegas y poder transportar esa realidad que comenzó siendo un pequeño acto de solidaridad. A esto me refiero con ayuda “Trigo”.
También llega la noticia de dos jovencitas anónimas de La Guancha y de Los Silos que, amantes de los animales, se pusieron en marcha para ayudar también a nuestros seres queridos de cuatro patas. Ellas trabajan en empresas que nada tiene que ver con animales, pero se organizaron, hicieron correr la voz de que irían con su furgoneta cargada de alimentos y enseres para estos animales. Y al final tuvieron que recurrir a la ayuda, también desinteresada y anónima de una empresa de transportes, para poder acarrear el inmenso cargamento que saldría para La Palma. No hay interés, hay trigo.
Grupos en otros puntos de Canarias y la península que han conseguido saturar el recinto habilitado de ayudas “trigo”. Sin olvidar el dineral que parece se ha reunido ya de infinidad de anónimos “bizumeantes”. Granos y granos de trigo.
Granos de trigo que, a alguien, le ha supuesto incluso una multa; como a ese agricultor que con su dron, informaba desinteresadamente a sus vecinos del estado de sus viviendas. Jamás ha pedido que le paguen o condonen su multa. De lo único que estaba preocupado es que alguien dé a sus vecinos la cobertura que él ofrecía. ¡Qué alguien me diga si eso no es ayuda de puro trigo!
Estos son sólo unos poquísimos ejemplos, pero se podrían nombrar cientos de actuaciones de particulares y de entidades que, amparándose en el anonimato, siguen llenando ese granero de trigo. Incluso desde dentro del núcleo del desastre, pues acabo de enterarme por la TV, que un grupo de afectados, se pondrán manos a la obra para trabajar de forma asociada en nombre de todos.
Pero, por otro lado, también se va llenando el “pajero”. Dentro de este segundo grupo, me gustaría comenzar comentando la actuación de algunos de nuestros políticos. Los organismos públicos ya hablaban y siguen hablando de actuaciones importantes a llevar a cabo -de momento, lo hecho es nimio ante la gran catástrofe, aunque comienzan a llegar nuevas cantidades y actuaciones en la agricultura-. Pero también se han visto algunos “postureos” que no son nada agradables. Al menos para mí. ¿Es necesario venir a La Palma para hacerse una foto con el volcán de fondo y declarar su preocupación por la isla y sus habitantes? -no me refiero a quienes han venido cumpliendo con sus obligaciones gubernamentales-. Personalmente, creo que no. Como tampoco creo que haya que hacer un comunicado de que se ha propuesto eliminar el pago de la electricidad y otros servicios a los vecinos que han perdido sus viviendas. ¡Hágalo y ya está! El darle publicidad a esa excelente medida, y/o el sacarse una foto de “yo también estuve allí” puede hacer que el trigo se convierta en pura paja publicitaria. Hacer un esfuerzo en que no parezca otra cosa, también se agradece. Me pregunto, también, si teniendo dos grandes universidades como se dispone, se habrá encargado ya un proyecto de regeneración total de esta zona de La Palma (infraestructura poblacional, viaria, agraria y de turismo) que permita saber con exactitud el dinero que se necesitará y el tiempo que transcurrirá en ponerlo en práctica. Esa es la actividad que se espera de nuestros gobernantes. Lo demás serán parches que bajarán tensión, pero que no solucionarán el problema que estamos viendo que deja el volcán tras de sí.
Por cierto, me cuesta creer que moviendo dineros como se mueve en lo público, se estén anunciando, por parte de Ayuntamientos y Cabildo, números de cuentas corrientes para hacer donaciones para la causa por parte de los usuarios. ¡Claro que se harán ingresos! pero pienso si no sería un compromiso real, el hacer un referéndum para preguntarle al pueblo español si desea que se dé solución económica a todo este desastre de viviendas e infraestructura viaria y agrícola, detrayendo dinero de las arcas públicas de capítulos menos urgentes. Yo le he escuchado al Presidente del cabildo palmero decir que es tiempo para que las Instituciones demuestren que el pueblo está protegido por ellas y yo le he creído. También he escuchado a dos eurodiputados de partidos distintos, asegurar que Europa no podría ponerse de perfil en este tema, ya que hablamos de un desastre natural ocurrido en suelo europeo. Este sería el caso de convertir lo que parecía paja en trigo.
Recordemos, por otro lado, que el volcán hizo su debut, en el círculo mediático, el domingo 19 de septiembre del presente año. Desde ese momento, que recogió en riguroso directo -con efecto Fátima incluido-, la única televisión que estaba allí y ha seguido emitiendo de forma puntualísima todo lo acontecido en La Palma, ha sido la RTVCanaria. ¿Ocurrió lo mismo con el resto de los medios de este País? Cuánto me gustaría decir que sí; pero hasta pasados unos días, la noticia no empezó a tomar la relevancia que tenía. Salvo en el canal 24 horas de la pública, que sí iba metiendo informaciones puntuales.
Las cadenas privadas, se movilizaron a partir de entonces. Cada cadena, envió al periodista de élite que consideró más oportuno para mantener abierto el canal informativo. ¿Siguen los famosos en la Palma, como sí que sigue la RTVC? Ya les adelanto yo que no. Desconozco, por otra parte, el alcance real de lo que se ha dicho de un presunto favoritismo hacia lo de fuera, pero lo cierto es que dicha queja fue formulada ante los medios -yo la escuché en televisión-, y “cuando el volcán suena, es que algo de lava llevará”. ¿Qué interés esconde saltarse los caminos reglamentarios y el respeto a la prensa local? ¿Mayor protagonismo? ¿La eterna lucha por los niveles de audiencia? Entonces, ¿por qué disfrazar la paja con piel de grano de trigo?
También se ha denunciado en las redes la presencia de alguna periodista del corazón, más interesada en informar morbosamente del drama personal de alguno de los vecinos, que de la realidad general. Dicen que la señora procede de La Palma pero, si eso fuera cierto, sabría que la tragedia de una familia en las islas, es sentida por todo el pueblo canario como si fuera suya. ¿Se busca la noticia o, como se intuye, el morbo? ¿Trigo o paja?
En todo este discernir entre el trigo y la paja, tengo que reconocer que hay algo que si bien pensaba que podía estar en el grupo de la paja, he tenido que rectificar al haber escuchado entrevistas en la radio y televisión que me hacen recapacitar si no estaría confundiendo mi apreciación de la realidad. Si bien es verdad que no conseguía entender que una ONG dedicada a solventar problemas que tienen que ver con la comida en las grandes catástrofes, viniera a la Palma; donde me habían informado que el ejército había transportado su cocina de campaña -esto no está confirmado-; donde existe una infraestructura de restauración muy importante; donde existen hoteles con el mismo nivel de importancia en número de cocinas y profesionales; donde se imparten cursos de FP2 de cocina con profesorado y alumnado suficiente; y, por encima de todo, donde existe una población que nunca iba a permitir que nadie de la Palma pasara necesidades en el tema culinario; pues, sinceramente, me dejé llevar por la duda de si no estaría ante un montón más de paja. Pero, oyendo el cariño con el que el representante de la ONG, habla de lo que ha encontrado en La Palma, y oyendo, también, al responsable de las cocinas de la cadena de supermercados que ha estado tratando de cerca la visita de este famoso profesional de los fogones, he de confesar que seguramente esté equivocado y realmente esta ayuda sea “trigo”. Me quedo con las palabras del representante de la ONG, de que ellos seguirán incluso cuando las cámaras se vayan, así que con toda seguridad podré confirmar que he hecho bien en rectificar mi pensamiento.
También hay ayudas que se ofrecen, no a través de Colegios profesionales, sino de despachos privados desde dónde se deja claro todo lo que pueden ofrecer, al mismo tiempo que informan en qué consistirá su ayuda profesional, ¿Qué quieren que les diga?, claro que se agradece la ayuda -cualquier ayuda es poca- pero me deja dudando si estamos ante un desinteresado grano o más de lo otro.
Pocos conocen el nombre de esos guardias civiles y bomberos que se han visto en imágenes cargando animales. Pero a más de uno nos ha quedado una sensación de que no todos los Consorcios de bomberos de las islas estaban trabajando en La Palma. ¿Por qué sembrar dudas en lo que es un servicio tan bien prestado?
Resumiendo; nadie o pocos conocen a la gran cantidad de voluntarios que se ha remangado la camisa para ponerse a doblar ropa, barrer ceniza, o para hacer lo que se les fue encargando en cada momento. Nadie, o muy poca gente conocen la cantidad de empleados públicos y privados que han dejado de disfrutar sus días u horas libres para estar junto a sus empresas que han decidido aportar su granito de arena por la causa. Nadie o pocos conocen a los dueños de los camiones que han servido para acarrear muebles y enseres de quienes tenían que abandonar sus viviendas. Desconocemos el alcance en horas y falta de descanso que está demostrando el mundo científico. Cuando hablo de trigo, me refiero a actos como éstos. Sin embargo quien ha querido que se le vea, se le ha visto. A algunas personas, y es muy triste, solo les faltó el “fotocol (Photocall”).
En definitiva, mi más sincera enhorabuena a quien ha ayudado, y sigue ayudando, sin buscar la autopromoción.