Considerada una odisea transoceánica, sus 79 navegantes alcanzaran la isla de Martinica en El Caribe en una navegación en solitario en barcos de tan solo 6.5 metros de eslora y sin comunicación con tierra
La Mini-Transat, la gran aventura atlántica de los navegantes en solitario, soltó amarras en Las Palmas de Gran Canaria este miércoles, 1 de noviembre, poco después de las 13.00 horas, y ya se dirige, rumbo sur, hacia la isla de La Martinica en El Caribe. Los 79 veleros de tan solo 6,5 metros de eslora que han tomado la salida frente a la Avenida Marítima de la capital grancanaria, en una línea imaginaria situada entre el Parque de San Telmo y el barrio marinero de San Cristóbal, han sido despedidos por numeroso público, que no se ha querido perder este espectáculo náutico.
Es la primera vez que la capital recibe a la mítica regata francesa, y no será la última, ya que en 2019 la Mini volverá a recalar en la capital. Las Palmas de Gran Canaria junto con La Rochelle y Le Marín presentaron una candidatura conjunta a la organización para acoger la prueba estos dos años. La ciudad ha cerrado de este modo una histórica escala de una prueba que acapara la atención en estas fechas en el calendario mundial de la navegación.
Las concejalías de Ciudad de Mar y Turismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria han participado de forma activa en la organización de la regata, junto al Cabildo de Gran Canaria y al Puerto de Las Palmas, con la colaboración e implicación permanente de la Federación de Vela Latina Canaria y del Real Club Náutico de Gran Canaria.
“Se trata de un éxito para la historia náutica de la isla y la ciudad, ya que se trata de una regata con un enorme prestigio en el calendario internacional desde la década de los setenta del siglo pasado. Estamos muy orgullosos, hemos hecho entre todos un gran trabajo justo en el año en el que Las Palmas de Gran Canaria celebra su nominación como Ciudad Atlántica 2017”, comentó el concejal de Ciudad de Mar, José Eduardo Ramírez.
Los navegantes iniciaron la primera etapa, de 1.350 millas náuticas, el pasado 1 de octubre en el puerto de La Rochelle. La segunda etapa, que ha comenzado este mediodía, de 2.700 millas, hasta El Caribe, llevará a los navegantes a vivir una auténtica aventura, enfrentándose en solitario con el océano, sin comunicación con tierra (tan solo les está permitido el uso del VHF) en veleros de 6,5 metros de eslora.
El público de la ciudad y sus visitantes han podido disfrutar de un magnífico día soleado y de una singular postal en la bahía sur. De hecho, desde las 9.30 horas, los ciudadanos que se acercaron al Muelle Deportivo, junto a la zona de la Vela Latina Canaria, se sumaron a una jornada de animación organizada por el consistorio capitalino.
A lo largo de la segunda quincena de octubre, desde su llegada, los navegantes han podido preparar el reto de su travesía hasta Le Marín, y descansar o disfrutar de los encantos de Las Palmas de Gran Canaria durante su estancia. Además, Ciudad de Mar del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y la Federación de Vela Latina, junto a la organización de la prueba Canaria han invitado a escolares y jóvenes universitarios a conocer de primera mano a los navegantes que participan en la competición y sus embarcaciones.
Entre los 79 navegantes se encuentran seis españoles. Entre ellos, dos mujeres, la lanzaroteña Marta Guemes y Pilar Pasanau. Guillermo Cañardo. Marc Miró, David Alonso y Pablo Torres completan esta particular flota española, en una regata donde destacan en número los franceses, y donde se han inscritos regatistas procedentes entre otros países de Italia, Gran Bretaña, Irlanda, Suiza, Bélgica, Alemania, Croacia, República Checa y Países Bajos.