La indignación de las masas
miércoles 29 de octubre de 2014, 12:16h
“Hay un hecho que, para bien o para mal, es el más importante en la vida pública europea de la hora presente. Este hecho es el advenimiento de las masas al pleno poderío social. Como las masas, por definición, no deben ni pueden dirigir su propia existencia, y menos regentar la sociedad, quiere decirse que Europa sufre ahora las más grave crisis que a pueblos, naciones, culturas cabe padecer.”
No lo digo yo, lo dijo José Ortega y Gasset en ‘La rebelión de las masas’.
Si una característica define a los clásicos es su vigencia en el tiempo. En efecto, el inicio de una de las obras más importantes del filósofo madrileño bien hubiera podido ser formulada hoy mismo.
Quien duda que las masas acceden al “poderío social” a través de iniciativas como el 15M o a través de la eclosión del mundo 2.0 que ahora ya parece incluso prehistórico. Y quien duda que de continuo se ensalza la “crisis de valores” actual de la sociedad.
Sigue en su introito Ortega y Gasset afirmando que “Esta crisis ha sobrevenido más de una vez en la historia”, tanto, nos aventuramos a decir, que la sensación de la “crisis de la sociedad” es perpetua. ¿Cuándo hemos dejado de ver informativos en que la mayoría de las noticias son de carácter negativo? ¿Cuándo no han saltado escándalos de gestión política? ¿Cuándo todos los países de este planeta se han situado en índices de prosperidad? ¿Cuándo hemos vivido en un mundo idílico?
La necesaria crítica social es persistente y permanente en los tiempos, aunque no transmitida por los mismos conductos. Y si bien las corrientes humanistas han ido llamado a la puerta de la conciencia ciudadana, no es menos cierto que todos en algún momento nos hemos sentido identificados con la afirmación existencialista de Jean Paul Sartre (1905-1980) de que el hombre se siente extranjero en un mundo sin sentido que crea un sentimiento de desesperación, aburrimiento, náusea y absurdidad.
Conseguir algún día salir de esta sensación de alienación parece una quimera.
Corolario: Los actuales gobernantes son la generación de Mayo del 68. La efectividad práctica de los movimientos de revelación social es harina de otro costal.